Como ya es costumbre los modelos que más lucen en el Autoshow de Ginebra son los modelos de alto desempeño, glamour y abundante tecnología.
En esta ocasión hubo un cambio que quizás no nos hubiéramos imaginado años atrás y es que los modelos exóticos no son extraños en este Salón, pero los trenes motrices que ahora utilizan sí lo son.
El primero en aparecer fue el P1 de McLaren el cual utiliza un motor convencional V8 biturbo de 727 y asistencia eléctrica con el equivalente a 176 caballos para dar como resultado poco más de 903 caballos de potencia.
Pero quizás lo más interesante fue ver cómo el nuevo auto insignia de Ferrari ha recurrido a la misma fórmula con su LaFerrari y por primera vez en su historia presenta un auto insignia híbrido.
Otro modelo de producción que es exótico por diferentes razones a los anteriores es el XL1 de Volkswagen y es nada menos que la evolución del 1Liter Car.
VW utiliza un motor a diesel y uno eléctrico para mover este peculiar modelo que parece un avión sin cola y sin alas por 480 kilómetros con un tanque de 10 litros de combustible, equivalente a cerca de 100 kilómetros por litro gracias a su tren motriz híbrido.
En el terreno tradicional destaca Lamborghini con su Veneno, el cual utiliza un motor V12 de 6.5 litros de desplazamiento y una potencia de 740 caballos.
Koenigsegg celebró sus 100 unidades producidas en la última década con una versión extrema del Agera S,el Hundra que tiene un motor V8 de mil 040 caballos y está hecho a base de fibra de carbón y oro de 24 kilates.
Alfa Romeo por su parte presentó la versión de producción de su 4C con tracción trasera, modelo con el que regresará al mercado estadounidense.
Chevrolet llevó su músculo de Detroit a Ginebra con estilo y presentó la versión descapotable de su nuevo Corvette Stingray.
Fuente: El Norte
