Cinco estudiantes mexiquenses dejaron huella en la entidad (Naucalpan) a lo largo del 2009 gracias a proyectos sociales, ecológicos y de salud que les valieron reconocimientos fuera de las aulas.
Entre los galardonados están Dina Buchbinder, con «Deport-es para Compartir», e Ivan Trujano, con su «Centro Regional para la Conservación Biológica Laura Arteaga», a quienes les dieron el Premio UVM al Desarrollo Social.
«Queremos generar conciencia activa en los niños y niñas de los retos que vivimos, hacerles comprender cuáles son y cómo lograr los objetivos de desarrollo del milenio; nosotros utilizamos el canal del deporte y el juego, a través de ello buscamos generar conciencia», explicó Dina.
Desde su creación el programa se ha llevado a escuelas y comunidades del Edomex, Nayarit, Durango, Oaxaca, Chiapas, Guerrero, entre otras, donde a impactado a 17 mil 225 menores.
Trujano destacó por la creación el centro de conservación ecológica en Malinalco.
«Acudía al municipio regularmente y me di cuenta que el problema de la gente es que carece de recursos y por eso se acaba la biodiversidad y el centro puede acabar con ese problema», dijo Trujano.
Bajo esa premisa trazó un plan basado en cuatro ejes: una aportación científica, lograr la sustentabilidad, darle más difusión y concretar la recaudación de recursos.
Otros jóvenes con propuestas similares fueron Luis Octavio Ortigoza, Daniel Estrada y Josué Ramírez.
Con su proyecto «Visión artificial humana», que a través de un guante recrea punto por punto imágenes en la piel de los individuos ciegos, Ortigoza desea que los invidentes puedan volver a «ver».
Estrada contribuye a la mejora de ríos del Valle de México con su plan denominado «Atoyamej-Däthe-Ndareje».
Y Josué Ramírez cambió la vida de 26 niños de la comunidad El Cerrito, de San José del Rincón, al concretar la construcción de un plantel de preescolar.
Con la asociación «Corazón Jade de México» logró recaudar fondos y culminar dicha obra que espera continuar el próximo año.
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