El mítico entrenador de fútbol americano de la Universidad Penn State (Pensilvania), Joe Paterno, de 84 años, y el presidente de ese centro, Graham Spanier, han sido destituidos por el escándalo desatado el pasado sábado tras conocerse que un exasistente de Paterno abusó sexualmente de varios menores durante más de una década sin que la universidad actuara.
Paterno era hasta ayer por la noche el principal entrenador de la prestigiosa universidad desde 1966 y tenía previsto dejar el cargo al final de esta temporada, mientras que Spanier ha estado al frente de Penn State durante 16 años y a lo largo de cuyo mandato la universidad ha mejorado notablemente sus resultados académicos.
Jerry Sandusky, de 67 años, asistente de Paterno durante 33 años, fue arrestado el pasado sábado acusado de abusar sexualmente de al menos ocho menores entre 1994 y 2009. Las agresiones habrían tenido lugar en las duchas de los vestuarios de la universidad y durante los desplazamientos deportivos. Otros dos responsables de Penn State, el director de atletismo, Tim Curley, y el vicepresidente de finanzas y negocios, Gary Schultz, están acusados de no informar a las autoridades de la denuncia formulada cuando Sandusky fue sorprendido supuestamente abusando de un niño en 2002. Paterno ha reconocido que supo del incidente de 2002 y lo comunicó a sus superiores. No hay cargos contra él ni contra el ya expresidente de Penn State, si bien el escándalo plantea la cuestión de si hicieron todo lo que estaba en su mano para parar los pies a Sandusky.
Además de Paterno y Spanier, el escándalo se ha cobrado otras dos cabezas, la del responsable de deportes y la del vicepresidente de la universidad -con 95.000 alumnos-.
«Esto es una tragedia y uno de los grandes disgustos de mi vida», decía Paterno en un comunicado después de conocer la detención de Sandusky. «Echando la vista atrás, me gustaría haber hecho más», apuntaba. Tras su destitución, emitía un nuevo comunicado. Y señalaba: «Estoy defraudado con la decisión de la universidad, pero tengo que aceptarla. Ha ocurrido una tragedia, y todos debemos tener paciencia para dejar que la justicia actúe. Agradezco las muestras de apoyo recibidas y quiero subrayar que todo el mundo debería mantener la calma y mostrar respeto a la universidad, a sus propiedades y a todo aquello que tanto valoramos de ella».
Según el diario The New York Times, «si Penn State fuera la Iglesia Católica, Paterno sería el Papa, seguramente al tanto de lo que estaba ocurriendo y permitiendo su encubrimiento». «Con su silencio, Paterno ha estado protegiendo, no solo a él mismo, sino también los 50 años de mitología que ha estado construyendo en torno a su persona desde que recaló en Penn State como asistente al entrenador durante la Administración Truman», añade el periódico.
Cientos de estudiantes han celebrado concentraciones de protesta en State College, un distrito de Pensilvania, contra la destitución de Paterno, que durante sus 46 años como entrenador principal de la universidad obtuvo dos títulos nacionales y se ganó el afecto de alumnos y trabajadores de Penn State.
Fuente: Elpais.com
Publicada: 10 de noviembre de 2011.