Rumores y escándalos se están creando alrededor del Vaticano: se sospecha del uso de más de 200 millones de euros para la compra de inmuebles de lujo con dinero que estaba destinado para los pobres.
Entre las adquisiciones se encuentra la del palacio de Sloane Square, compra realizada por parte de un fondo de inversiones que pertenece a la Secretaría del Estado.
Todos estos acontecimientos dieron pie a la apertura de una investigación, en donde el Secretario de Estado, Pietro Parolin, reconoció que la gestión de los fondos de los pobres fue «opaca» y que la investigación llegará hasta el final.
De acuerdo con información de los diarios The Financial Times y de L’Expresso, el cardenal Parolin admitió que se gastaron los 200 millones de dólares en 2014 en una participación minoritaria para comprar un edificio en el distrito londinense de Chelsea, el cual terminó convirtiéndose en apartamentos de lujo.
El Secretario del estado dice que el fondo estaba bien administrado. «¿Y quién administraba ese fondo? El cardenal Becciu, cuyo secretario es uno de los cinco empleados vaticanos suspendidos tras el registro de la Gendarmería, y quien gestionaba todo lo relativo a las compras y ventas de los edificios vaticanos en el extranjero. De hecho, la operación de Londres habría sido realizada a través del fondo luxemburgués Athena Capital Global Opportunities, administrado por Raffaele Mincione, el secretario de Becciu».
“En la Secretaría de Estado teníamos un fondo titulado ‘Dinero para los pobres’, que como su nombre lo dice, estaba destinado a los pobres. Reconozco que en realidad había dos cuentas. Una, destinada a las obras de caridad del Papa, y la otra, ‘para el sustento de su ministerio pastoral‘, sin una finalidad clara. O muy clara: la compra y gestión de inmuebles de lujo».
Información de Sin Embargo, dice que el Papa Pío XII fue el primero en comprar bienes inmuebles en la capital británica, durante la II Guerra Mundial. «La apertura de los archivos referentes a su pontificado, que se llevará a cabo el 2 de marzo próximo, y podrá arrojar luz a su papel durante el nazismo, pero también a sus posibles inversiones en inmuebles».
Este es un caso que involucra a nombres como el Primer Ministro Conte, que fue contratado como abogado en mayo de 2018 por una filial de Athena Global, el fondo propiedad del Vaticano, que en ese momento quería adueñarse de la totalidad del inmueble de Londres.
Para la oficina de Conte, el primer ministro no está involucrado en este escándalo: “No hay conflicto de intereses”, es lo que mencionó cuando los medios de comunicación investigaron y encontraron que el Gobierno italiano usó poderes especiales para aprobar un decreto.
No es la primera vez…
Hace algunos años se informó que Banbin Gesù, el exjefe y tesorero del hospital pediátrico del Vaticano, fue enviado a juicio por el tribunal del Estado Vaticano, acusado por un desvío de recursos de la entidad usados para restaurar el lujoso apartamento del cardenal Tarcisio Bertone.
Este decreto fue emitido por los jueces vaticanos contra Giuseppe Profiti y Massimo Spina, el primero de estos, presidente de la fundación del hospital durante el pontificado de Benedicto XVI.
La prensa involucró a Bertone, cardenal italiano, quien fungió como secretario de Estado del Papa Benedicto XVI entre 2006 y 2013.
Por otro lado, la unificación del ático corrió por cuenta del empresario Gianantonio Bandera, sin una licitación y con precios altos. Cuando el caso se dio a conocer, surgió gran polémica porque en ese tiempo, el Papa Francisco decidió vivir en una habitación de unos 60 metros cuadrados ubicada en un lugar llamado Casa Santa Marta.
Bartón enfrentó esa crisis argumentando que desconocía de dónde venían tales recursos y que estaba dispuesto a devolver el dinero. Semanas después, el Presidente de la fundación Banbin Gesù, confirmó la devolución de la polémica cantidad.
Giuseppe Profiti reconoció que pagó la reestructuración con el dinero del hospital porque para él, era una inversión para ampliar un proyecto en desarrollo y además era una decisión estratégica.
