A principios de 2019, Daniel Grosu se encontró lidiando con crisis personales agravadas: había trasladado a sus padres desde Arizona, ambos recientemente diagnosticados de cáncer, para que pudieran recibir atención en la Universidad de California, San Diego (UCSD).
Luego, en abril, su querida perra, Poppy, recibió un diagnóstico igualmente devastador: tenía un cáncer de páncreas avanzado. Poppy, una perra mestiza de 2.5 kilos rescatada, tenía una larga vida por delante: solo tenía cuatro años. Pero su enfermedad avanzó rápidamente. Poppy sufría tanto dolor en la madrugada del 24 de mayo de 2019, que Grosu tuvo que llevarla a urgencias para dormirla.
De acuerdo con 3BL MEDIA, Grosu, que fue el primer director médico de Illumina a principios de la década de 2010, conocía las pruebas disponibles en el mercado para la selección del tratamiento del cáncer.
Sus padres se sometieron a la secuenciación de sus tumores con este fin. Así que, cuando le diagnosticaron a Poppy, Grosu se propuso emplear una estrategia similar. Se preguntó si habría una forma de secuenciar su tumor para encontrar tratamientos específicos. Pero no encontró nada. Y comento:
Descubrí rápidamente que todo este campo de la oncología de precisión aún no se había cruzado con el mundo de la medicina veterinaria.
Daniel Grosu.
La falta de recursos genómicos en este espacio inspiró entonces a Grosu a lanzar PetDx, una empresa de diagnóstico molecular para mascotas.
Detección de cáncer en perros
Ser capaz de realizar una inmersión molecular en el ADN de un perro en busca de indicios de enfermedad es especialmente importante, ya que los perros no pueden verbalizar los síntomas de la misma manera que los humanos, por no mencionar que generalmente son muy buenos para suprimir los signos de dolor.
Solo cuando los perros muestran signos clínicos —si están encorvados por el dolor, vomitan sangre, pierden peso o dejan de estar excitados ante la perspectiva de un paseo— se les suele llevar al veterinario. Para entonces, dice Grosu, suele ser demasiado tarde, pues ya tienen la enfermedad avanzada.
Razón de más para encontrar un modo de diagnosticar el cáncer antes. Al igual que en los humanos, el diagnóstico temprano puede mejorar los resultados e incluso curar la enfermedad.
Al investigar las perspectivas de esta empresa, Grosu descubrió que el cáncer es, con mucho, la principal causa de muerte en los perros. De hecho, nuestros amigos caninos tienen diez veces más probabilidades de que se les diagnostique un cáncer que a los humanos:
De los 90 millones de perros domésticos que hay en Estados Unidos, se registran seis millones de nuevos diagnósticos de cáncer al año, mientras que hay menos de 2 millones de nuevos diagnósticos de cáncer al año en más de 330 millones de personas en Estados Unidos.
¡Usemos la tecnología a nuestro favor!
Como antiguo alumno de Illumina, Grosu sabía que la tecnología de secuenciación genética de la empresa podía aprovecharse para la detección temprana del cáncer a partir de muestras de sangre. PetDx, con sede en San Diego, utiliza actualmente el Illumina NovaSeq™ 6000 para todas sus necesidades de secuenciación.
Los instrumentos de laboratorio en las oficinas de PetDx están todos etiquetados con el nombre de los perros de sus empleados; el NovaSeq en el laboratorio se conoce coloquialmente como PoppySeq.
PetDx ha validado el rendimiento clínico de su prueba de biopsia líquida para la detección temprana de múltiples cánceres (MCED), llamada OncoK9®, en muestras de más de 1,000 perros recogidas en más de 40 clínicas veterinarias de todo el mundo. Su estudio de validación clínica, conocido como el estudio CANDiD (CANcer Detection in Dogs), demostró la capacidad de la prueba para detectar alteraciones genómicas asociadas al cáncer en 30 tipos diferentes de cáncer canino.
La empresa se ha asociado con clínicas veterinarias de toda la Unión Americana, incluidas muchas del sur de California, para ofrecer este novedoso tipo de pruebas a las familias. Los dueños de las mascotas pueden someter a sus perros a una prueba de detección de cáncer durante la visita anual de bienestar, o el veterinario puede ordenar la prueba si se sospecha de cáncer por motivos clínicos.
Los veterinarios pueden simplemente recoger la muestra de sangre y enviarla al laboratorio central de PetDx en el Parque de Investigación Científica de la UCSD para su procesamiento. En el plazo de dos semanas, PetDx enviará un informe en el que se indicará si se ha detectado o no una señal de cáncer en la muestra, y se recomendarán los pasos a seguir para obtener un diagnóstico definitivo.
Grosu prevé un futuro en el que PetDx pueda convertirse en la principal empresa de diagnóstico de cáncer veterinario al «liberar el poder de la genómica para mejorar la salud de las mascotas».
La gente realmente se preocupa por sus mascotas, y podemos ayudar a tener un gran impacto en la vida de muchas familias. Porque cuando una mascota tiene cáncer, no es sólo la mascota la que sufre. Es realmente toda la familia la que sufre.
Daniel Grosu.
