Arquitecta de la Ibero coorganiza el concurso Acupunturas hidrourbanas, que recibirá propuestas ciudadanas que fortalezcan la cultura hídrica en Iztapalapa.
La ciudad de México carece de un manejo sustentable del agua, pues en lugar de tratar y reutilizar el agua residual y de lluvia la envía, más o menos 70 metros cúbicos por segundo, al Golfo de México, mencionó la arquitecta Loreta Castro Reguera Mancera, académica de la Universidad Iberoamericana.
Del sistema Lerma-Cutzamala al Distrito Federal se importan cerca de 20 metros cúbicos por segundo de agua, se extraen del subsuelo 50 y otros 10 son almacenados en cuerpos hídricos superficiales, de cuyo total de 80, 50 se usan para consumo humano, y el resto para la industria y la agricultura.
Pero la falta de reuso y tratamiento implica que termine en el mar casi 90 por ciento de esa agua (50 metros cúbicos por segundo de residual y el resto pluvial). Por ello Castro Reguera opinó: “Es un poco ilógico que en una ciudad donde había un sistema de lagos y agua en abundancia hoy se tenga que gastar mucho dinero para traer el agua y sacarla del subsuelo, y al final volver a gastar dinero para bombearla y enviarla fuera de la cuenca del Distrito Federal”.
Docente de la Dirección de Educación Continua (DEC) de la Ibero, dijo que el problema del agua en la entidad surgió a partir de la Conquista, que fue política, religiosa y también urbana, ya que antes de la llegada de los españoles la ciudad era hídricamente sustentable y crecía en conjunto con su sistema de agua.
Sin embargo, para imponer una traza renacentista se hizo una urbe de piedra y tierra, y se sustituyeron todos los canales por calles, y desde ese momento el hasta entonces buen funcionamiento del sistema hídrico empezó a causar problemas de inundaciones periódicas.
Así, desde esa época se mantiene la inercia de ver al agua como un enemigo, y no como elemento a considerar en el diseño urbano, por lo que se optó por secar los lagos y tener una ciudad completamente infraestructurada, con tuberías y bombas que sacan el agua de la urbe, que escasea en épocas de secas. Y si la expulsión del agua fuera de la ciudad resulta insuficiente se presentan inundaciones que colapsan las vías de comunicación y afectan a muchas viviendas.
En tanto, succionar el agua del subsuelo causa hundimientos diferenciales que cambian el nivel natural de la ciudad, lo que rompe las tuberías de drenaje y agua potable, que al tener fugas necesitan estar en constante reparación.
Ante esta situación la arquitectura cuenta con varias propuestas para el manejo sustentable del agua, entre ellas: la utilización del paisaje como una infraestructura, como serían los parques, que además de ser sitios bellos y para la recreación podrían funcionar como lugares de captación y almacenamiento de agua pluvial, con la utilización de diferentes tipos de vegetación a modo de filtros de agua, que podría ser tratada con sistemas de humedales.
Los edificios pudieran diseñarse con techos inclinados que permitan captar el agua pluvial y así combatir la escasez del líquido, mientras que los techos verdes ayudarían a filtrar poco a poco las lluvias torrenciales, lo que retardaría su ingreso al sistema de drenaje, que no se saturaría tan rápido.
Todas estas estrategias prevén al agua como parte del funcionamiento de la ciudad, para que su sistema hídrico crezca y se desarrolle junto con la urbe, lo que “empieza a hacer un matrimonio entre lo que construye el hombre y el contexto en el que vive”.
Acupunturas hidrourbanas
A partir de esa visión de un diseño urbano sensible al agua la arquitecta Castro Reguera participó junto con la Dirección del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM en el diseño del concurso Acupunturas hidrourbanas. Propuestas ciudadanas para el fortalecimiento de una cultura hídrica en Iztapalapa.
Este proyecto busca encontrar soluciones para un mejor manejo del agua, pero que provengan de la comunidad de Iztapalapa, una de las delegaciones del DF que más problemas hídricos tiene, ya que sufre anualmente de exceso de agua pluvial y escasez durante la época de secas.
La idea es empezar a implementar infraestructuras suaves, que no sean tuberías y bombas, sino la utilización del suelo como un medio a través del cual se puede retener o conservar el agua, por medio de espacios públicos que puedan captar el agua, cisternas en jardines privados, techos verdes, huertos urbanos, reforestación de laderas de montañas, etcétera.
Quienes deseen participar podrán hacerlo en equipos de cinco a siete personas (por lo menos cinco deben vivir en Iztapalapa), para presentar una propuesta que resuelva un problema real de escala pequeña en la delegación, que puede ser la inundación enfrente de tu casa o el fuerte escurrimiento de agua que pasa por la calle, por mencionar sólo dos.
Loreta Castro Reguera Mancera, quien imparte el módulo Manejo sustentable del agua en las ciudades en el Diplomado Diseño de Ciudades y Comunidades Sustentables de la DEC de la Universidad Iberoamericana, dijo que para mayores informes del concurso Acupunturas hidrourbanas puede consultarse el sitio web.
Comunicado de Prensa
