En el DF apenas hay 501 parques y jardines que dependen de las delegaciones. Además de que existe un déficit de estos espacios, la mayoría no recibe mantenimiento.
En los senderos irregulares del Parque Luis G. Urbina, mejor conocido como Parque Hundido, pasa desapercibido el ajetreo que se vive a unos pasos, en avenida de los Insurgentes. Vendedores, niños que juegan, deportistas que corren, parejas que caminan y adultos mayores que descansan conviven en esta isla verde.
Este es uno de los 501 parques y jardines que existen en los mil 485 kilómetros cuadrados del Distrito Federal, de acuerdo con los datos entregados por las 16 delegaciones, en respuesta a solicitudes de información. Este número está muy lejos de alcanzar los tres mil parques que existen en los mil 572 kilómetros cuadrados que tiene la ciudad de Londres, Inglaterra.
Aunque en el DF existen reservas naturales como el Bosque de Chapultepec, el de Tlalpan y el Desierto de los Leones, no todos los habitantes de la ciudad tienen a la vuelta de la esquina un espacio verde de convivencia. Incluso, hay colonias como Independencia o Ermita, en la delegación Benito Juárez, que no albergan un solo parque.
En contraste, en Cuajimalpa, cinco de sus siete parques están en una sola colonia: Lomas de Vista Hermosa, donde un departamento puede costar hasta 41 millones de pesos, de acuerdo con el portal metroscubicos.com.
Milpa Alta es la delegación que tiene menos parques y jardines en el Distrito Federal. A cargo de la demarcación sólo están seis jardines y ningún parque.
La delegación Iztapalapa registra 92 parques y jardines. Aunque la distribución tampoco es su fuerte, pues colonias como Desarrollo Urbano Quetzalcóatl, Santa Martha Acatitla, Granjas de San Antonio, El Vergel, San Andrés Tomatlán, los Reyes Culhuacán, los barrios de Santa Bárbara, San Ignacio, San Lucas, La Asunción, San José, San Pedro y San Pablo, entre otras no tienen ninguno.
“Los parques sirven para la convivencia y crean tejido social, son catalizadores de capital social, son intergeneracionales, unen a los vecinos, promueven redes de seguridad entre ellos e incluso reactivan la economía de la zona”, explica Edith González, coordinadora de la asociación Ecos, Voces y Acciones (Ecos), organización civil que se dedica a difundir, capacitar y desarrollar programas ecológicos en busca de generar cambios sociales en las comunidades.
Daniel Rivas Torres, doctor en diseño urbano, resalta que para las autoridades, los parques y jardines “no son parte de la infraestructura de la ciudad; se olvidan de que son amortiguadores sociales, que previenen la violencia y fortalecen la convivencia”.
En ciudades densamente pobladas, dice Rivas, deben existir parques de barrio, para que la gente no tenga que caminar más de 10 cuadras para llegar a ellos y pueda realizar ahí actividades físicas, descansar y estar en contacto con la naturaleza. “No sólo se trata de la salud física de los ciudadanos, se trata también de la sicológica”, recalca.
En el olvido
Un parque, explica Edith González, se caracteriza porque tiene árboles, arbustos y pastos, además de senderos o caminos, juegos infantiles, bancas y luminarias. Un jardín sólo puede tener árboles, plantas y pasto; su función puede no ser recreativa sino ambiental.
Los 501 parques y jardines están a cargo de la Dirección de Servicios Urbanos de cada una de las 16 delegaciones. La mayoría de ellas invierte menos de 3% de su presupuesto para el fortalecimiento de áreas verdes; sólo Miguel Hidalgo le destina 5% de sus recursos. En 2014, Benito Juárez, Azcapotzalco, Iztapalapa, Xochimilco y Magdalena Contreras invirtieron menos del 1% de su presupuesto delegacional en ello, según la cuenta pública del DF.
Edith González dice que “lo peor es que no hay estudios técnicos previos que digan cómo se va a invertir el presupuesto, por eso siempre compran lo mismo, principalmente herramientas que terminan acumuladas en bodegas sin usarse y sin ningún fin, además el 50% de estos recursos se van en salarios para los trabajadores, mientras que los parques se van deteriorando”.
En Iztapalapa, por ejemplo, según los datos que otorgó la dependencia, 69.5% de estos espacios se encuentra en un estado regular o malo.
González dice que los beneficios que dan los parques en el ámbito social pueden perderse si se deterioran; entonces pueden ser “la “antítesis de su existencia: focos de violencia y de delitos”.
El experto en áreas verdes, Daniel Rivas, señala que “debe de existir preparación entre los servidores públicos encargados del área. La mayoría es todo menos experto en las necesidades de los árboles, pastos y arbustos”.
Zonas de rescate
*Bosque de Chapultepec: Es el principal pulmón de la CDMX; con 686 hectáreas representa 52% de las áreas verdes del DF.
*Bosque de Aragón: Tiene 162 hectáreas, está situado al norte de la ciudad y es la segunda área verde más grande que hay en la capital. Es considerada una zona de amortiguación por fuentes de ruido y mitiga el efecto del calor.
*Cerro de la Estrella: Tiene una extensión de mil 93 hectáreas. Está considerada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como un parque nacional.
*Bosque de Tlalpan: Tiene 252 hectáreas, considerado un Área Natural Protegida por un decreto federal firmado en 1997.
*Desierto de los Leones: Es considerado un parque nacional de mil 866 hectáreas. Alberga más de 100 aves, 30 mamíferos, siete anfibios y nueve reptiles.
La ciudad parque
Con la campaña Greater London National Park, se busca convertir a Londres en la primera ciudad en el mundo reconocida como un parque nacional. Tiene tres mil parques, 142 reservas naturales y 36 sitios de interés científico.
Fuente: Más por más
En la ciudad de México el gdf ignora las ventajas e importancia que tienen las áreas verdes. Su proceder indica que un árbol, para ellos tiene importancia 0. Es preocupante que la deforestación llevada a cabo y promovida por ellos, no tenga contrapeso de ninguna organización. Dónde está Green Peace?, dónde están los grupos ambientalistas?. Dónde está el corrupto verde «ecologista»?. Mancera tiene que frenarse, pero ya!. El daño que está causando puede ser irreversible y nadie está haciendo nada.