Además de reducir considerablemente el consumo de energía eléctrica tanto en casa como en tu oficina, apagar las luces que no utilizas también te ayuda a aprovechar mucho mejor la luz natural a través de las ventanas, lo que tendrá múltiples beneficios emocionales e incrementará tu productividad.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Northwestern y la Universidad de Illinois, las variaciones de exposición a la luz solar suelen influir de manera notable en la producción de hormonas como la serotonina y la dopamina, por lo que puede convertirse en un importante factor de motivación y respuesta ante el estrés.
De esta forma, orientar adecuadamente las fuentes de luz natural para aprovecharla al máximo no sólo se traducirá en grandes beneficios ambientales, sino también a nivel personal. ¿Te atreves a compartir el reto?
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