En los últimos años, el sector empresarial se ha preocupado por incorporar en sus actividades acciones que tengan que ver con la sustentabilidad corporativa y un nuevo concepto llamado Environmental, Social and Governance (ESG), que en español se traduce como: Inversión Socialmente Responsable.
Este tipo de inversiones va ligado a empresas que son capaces de incorporar factores medioambientales, sociales, económicos y de gobierno corporativo en la toma de decisiones.
Sin embargo, para incluir este tipo de criterios de manera correcta, las empresas deben saber cual es la diferencia entre ESG y sustentabilidad corporativa. Para entender mejor este tema, Alva Group —una empresa dedicada a brindar soluciones en reputación corporativa— se encargó de hacerlo y aquí te traemos lo más relevante.
Los términos ESG y sustentabilidad no se pueden intercambiar
El término «sustentabilidad» se ha convertido en uno de los más utilizados en el mundo de los negocios. Para ser exactos, muchas empresas solo lo utilizan para rescatar sus prácticas medioambientales, empero, la sustentabilidad corporativa es un nuevo paradigma en la gestión de las empresas para generar un valor en la sociedad creando un equilibrio completo en todas las operaciones de la empresa y no solo en el ámbito ambiental.
Este término se ha vuelto intercambiable no solo con la actividades medioambientales, sino con otras frases bien intencionadas que incluyen la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y la triple cuenta de resultados, donde una empresa debe incluir a las personas, el planeta y la línea económica en equilibrio.
El último sustituto popular de la sustentabilidad es el desempeño ambiental, social y de gobernanza. Sin embargo, existe una diferenciación importante entre los dos, sobre todo en términos de alcance, pero entendamos mejor de qué trata dicha diferencia.
La importancia de diferenciar entre ambos términos
La sustentabilidad corporativa se define como el equilibrio que existe con los recursos que se encuentran en el entorno, este equilibrio abarca tres esferas clave: social, económica y ambiental, por lo tanto beneficia a todos los stakeholders.
La inversión en sustentabilidad corporativa se basa originalmente en:
- Selección de acciones socialmente responsables.
- Una construcción de carteras que excluyen a las empresas con impacto ambiental o social negativo.
- Prácticas comerciales moralmente cuestionables.
- Inversiones redituables.
- Mayores propósitos y metas a futuro.
Por otro lado, la inversión ESG se basa las decisiones de inversión en un conjunto mucho más amplio de criterios, que no son exclusivos de las prácticas comerciales con conciencia ambiental y social.
En lugar de simplemente descartar organizaciones o sectores en función de criterios específicos, como la experimentación con animales, el trabajo infantil o la obtención de beneficios del tabaco o los juegos de azar, la inversión ESG busca identificar y clasificar las empresas que exhiben características deseables.
Este tipo de inversiones implican buscar e incluir empresas en función de las características ESG deseadas en lugar de simplemente excluir empresas con actividades comerciales no deseadas.
Estas características caen en categorías mucho más amplias que se enfocan en:
- La remuneración de los ejecutivos.
- La diversidad en los equipos de trabajo.
- El trato a los colaboradores.
- Las prácticas responsables de salud y seguridad.
- El compromiso que se tiene con las comunidades y las personas.
¿Cómo medir este tipo de inversiones?
Las políticas de ESG se pueden medir utilizando métricas específicas, las cuales están diseñadas para ayudar en la evaluación comparativa del desempeño sustentable de las empresas.
Este tipo de métricas ha permitido a los inversores comparar el desempeño de ESG y ha llevado a una mayor precisión en la evaluación de la fortaleza potencial de las empresas en el campo de ESG.
La importancia de tales herramientas incluye y va más allá de los intereses de los accionistas. Con el aumento del capitalismo de las partes interesadas y la creciente necesidad de que las empresas equilibren las prioridades de todos los grupos de stakeholders, incluidos los empleados, los clientes, las comunidades locales y las generaciones futuras, es vital que estén al tanto, y en control del perfil ESG.
Hoy en día la sustentabilidad corporativa ha tenido que evolucionar a través de la RSC, hacia una política ESG, y está comprobado que las empresas con políticas ESG sólidas tienen un mejor desempeño financiero a largo plazo, ofreciendo mayores retornos de inversión, por lo que ahora lo más importante es que todas se alineen a esta manera de hacer negocios.
Y tú, ¿conoces a empresas qué utilicen en sus operaciones este tipo de gestión en los negocios?