Dentro de la inversión responsable, es decir aquella que se caracteriza por contar con los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés), existen diferentes terminologías y es importante conocer sus características. Puesto que riesgo e impacto ESG son conceptos distintos, de acuerdo con Sustainable Brands (SB).
Y es que una empresa con una calificación de alto impacto y un riesgo ESG bajo no implica necesariamente que sea una gran oportunidad de inversión. Abordemos esto más a fondo…
Entendiendo los principios ESG
En 2004, Kofi Annan, entonces Secretario de la ONU, solicitó a las principales instituciones financieras que se asociaran con la ONU y la Corporación Financiera Internacional. El objetivo era identificar formas que integraran las preocupaciones ambientales, sociales y de gobernanza en los mercados de capital. El estudio resultante de 2005, titulado Who Cares Wins, marcó el primer uso del término ESG.
Desde entonces, ESG ha ido evolucionando mientras apunta a un conjunto específico de criterios que eliminan la ambigüedad que rodea al término sostenibilidad. Como tal, ESG es un término preferido para los inversores.
Esto último se debe a que los datos ESG ayudan a identificar los rendimientos ajustados al riesgo y destacan la relevancia para las oportunidades de capital. Puesto que los temas ESG están interrelacionados y llaman la atención sobre las vulnerabilidades multifacéticas de los aspectos comerciales sociales, tecnológicos, políticos, ambientales y económicos.
Caso práctico de Tesla Inc.
Para abordar las diferencias entre riesgo e impacto ESG, situaremos como ejemplo el caso de Tesla Inc., si bien Tesla aparece con frecuencia en los titulares de los principales medios de comunicación, a menudo, no es por las razones que les gustaría a los inversores. La empresa se basa en principios que estaban destinados a revolucionar el mercado automotriz y el espacio de tecnología limpia. Pero el comportamiento excéntrico, a veces confuso y carente de responsabilidad social del fundador y director ejecutivo, Elon Musk, le ha valido a la empresa no obtener una calificación alta en métricas sociales y de gobernanza.
Por ejemplo, la espectacular adquisición de Twitter por parte de Musk en 2022 provocó volatilidad en el precio de las acciones y riesgo reputacional. Morningstar Sustainalytics, que evalúa a las empresas que cotizan en bolsa según los factores ESG, y calificó a Tesla como una empresa de riesgo medio, a pesar de sus elevado impacto enfocado en ambiciones climáticas.
De acuerdo con la herramienta de visualización de datos digitales, Investable World de Morningstar, Tesla tiene aproximadamente el 86% de los ingresos vinculados al tema del impacto ESG de la Acción climática, pero una calificación de riesgo ESG media. Esto debido a la debilidad de la gobernanza del producto y a preocupaciones sociales y de gestión.
Diferencia entre riesgo e impacto ESG
Lo que intentamos destacar con el ejemplo de Tesla es la diferencia entre riesgo e impacto ESG. Puesto que los riesgos son las externalidades negativas que pueden afectar el éxito financiero continuo de una empresa, incluidas las cuestiones relacionadas con la mitigación del cambio climático, como la normatividad o los gastos relacionados con la adaptación. Esto también podría incluir los costos de gestión de las condiciones laborales y de seguridad, así como el tratamiento de las preocupaciones de los empleados y los consumidores en relación con los derechos humanos, la corrupción y el cumplimiento legal.
El impacto, por otro lado, describe los resultados no financieros de las actividades de las empresas, que pueden conducir a una mejora (o daño) de las medidas ambientales, sociales o de gobernanza en el planeta. Estos incluyen todo, desde avanzar hacia políticas netas cero o descarbonizar las cadenas de suministro, hasta mayores esfuerzos en seguridad de los empleados, igualdad de género y salarios dignos para la empresa y más allá.
Es importante comprender la diferencia entre estos términos y la posibilidad de que haya alguna divergencia entre el desempeño de una empresa individual en cualquiera de las medidas. Por lo que los inversores deben ser conscientes de la gestión de riesgos (ESG o de otro tipo) al tomar la decisión final de invertir, mientras que algunos inversores pueden querer centrarse adicionalmente en el impacto.
Determinar la inversión
Con esto, lo que queremos decir es que una empresa con una calificación de alto impacto ESG y un riesgo ESG bajo no es necesariamente una gran oportunidad de inversión. Los inversores también deben considerar si una empresa ha creado un foso económico, es decir, la capacidad de proteger los rendimientos económicos a largo plazo a través de ventajas competitivas duraderas.
Aunado a lo anterior, la cuestión de si una empresa tiene sentido como inversión se reduce a la valoración. Ya sea una empresa de alto impacto, una acción de bajo riesgo ESG o incluso una empresa con un foso económico, ya que los inversores deben centrarse en el precio que pagan y el valor que obtienen.
Por ello, los inversionistas suelen pagar de más por empresas con fosos, o igualmente, pueden obtener un gran descuento en una empresa que está impulsando una alineación de alto impacto.
Finalmente, tomar la decisión correcta requiere que los inversionistas observen las métricas de inversión sostenible en la forma multilateral y compleja en que examinan las métricas de inversión tradicionales. A través de este proceso, una empresa que parece ser líder en sustentabilidad puede, en última instancia, ser considerada poco atractiva.