Tras las acusaciones de prevaricación que pesaban en su contra, el Presidente alemán Christian Wulff se vio presionado y adelantó su renuncia.
Este es el segundo Presidente que renuncia en dos años y en el mismo periodo de Gobierno de la Canciller Angela Merkel, un hecho insólito en Alemania.
«Cometí errores, pero siempre fui sincero», dijo Wulff, durante una aparición de cuatro minutos que hizo en la casa presidencial, el Palacio de Bellevue.
El Presidente puso énfasis en que el proceso judicial que se sigue en su contra será positivo porque al buscar aclarar la situación, se le quitará un peso de encima.
También dijo que en los últimos dos meses las noticias sobre sus asuntos lo han dañado mucho a él y a su esposa, Bettina Wulff, a quien después le agradeció haber estado a su lado.
Wulff ha sido acusado en varias ocasiones de hacer favores a amigos ricos a cambio de regalos como vacaciones pagadas en hoteles de cinco estrellas, un automóvil o créditos sin intereses.
La ley alemana estipula que los regalos a funcionarios públicos mayores a un valor de 50 euros deben ser reportados a las autoridades correspondientes, algo que Wulff no hizo.
Merkel declaró momentos después de la renuncia del Mandatario, quien es el mismo partido conservador CDU, que es una decisión a respetar, pero también a lamentar.
«Tomé esta declaración del presidente con gran respeto y, de una forma personal, con mucha lástima. Christian Wulff puso mucha energía mientras duró», señaló.
De acuerdo con Merkel, el Presidente, de 52 años de edad, se habría dedicado a promover una Alemania abierta y moderna, tanto al interior como fuera del país.
La Canciller siempre lo apoyó, pero luego que el jueves la Fiscalía de Hannover anunciara su intención de seguir un proceso judicial contra el Presidente para quitarle su inmunidad, sólo le quedó respetar la decisión.
Wulff había sido blanco de críticas desde diciembre por acusaciones de haberse aprovechado de su puesto cuando era Jefe de Gobierno del estado de Baja Sajonia.
Diversos medios de comunicación descubrieron que obtuvo ventajas financieras y también cometió prevaricación, es decir, intentó ocultar estos asuntos.
Con llamadas a los medios de comunicación habría intentado evitar que la información se hiciera pública e incluso, en un hotel donde se habría aprovechado de ventajas financieras, él habría mandado una carta para acallar al personal.
En estos días la Cancillería de Baja Sajonia entregó a la Fiscalía de Hannover, una ciudad en el mismo estado, 16 archivos y libretas sobre Wulff, quien estuvo al frente de ese Gobierno de 2003 a 2010.
Originalmente el Bundestag habría tenido que decidir el destino Wulff, votando a favor o en contra de quitarle su inmunidad, pero él tomó una decisión más pronto.
Wulff es el segundo Presidente que se retira en este segundo periodo de Merkel como Canciller.
El anterior Presidente, Horst Köhler, renunció en mayo de 2010 tras haber justificado la ocupación militar en Afganistán.
Köhler ya había hecho historia al ser el primer Presidente alemán en dejar el puesto, lo que trajo consigo una crisis política en el partido de la Canciller, que sigue abajo en encuestas electorales.
Merkel anunció que consultará con la Oposición política para lanzar a un candidato a la Presidencia en común.
«Queremos intentar proponer un candidato en conjunto para este puesto», dijo la líder del CDU.
Por el momento, el puesto de la Presidencia será ocupado por el Presidente del Bundesrat, la Cámara alta, que en este momento es el Jefe de Gobierno del estado de Baviera, Horst Seehofer del partido CSU, un partido hermanado con el de Merkel.
Por estos hechos, Merkel canceló un viaje a Italia que tenía previsto para este viernes para encontrarse con el Primer Ministro Mario Monti. También tomará el lugar de Wulff en una conmemoración que habrá por las víctimas del terrorismo neonazi.
Un Presidente en Alemania tiene un cargo honorífico, comparable con el de los reyes de Inglaterra o España, tiene a su cargo firmar leyes y recibir a personalidades en el país o representarlo en el extranjero.
Precisamente por ser un cargo de representación, el caso originó un gran debate entre los alemanes porque el mismo Presidente había faltado a las bases de su puesto, el honor y la confianza.
Fuente: Reforma.com
Por: Yaotzin Botello.
Publicada: 17 de febrero de 2012.