Por Emilio Guerra Díaz
A lo largo de los 11 años que he tenido la oportunidad de impartir cursos de creación y fortalecimiento de Voluntariados para organizaciones civiles con la Fundación Merced, una constante inquietud que me hacen los asistentes tiene que ver con la relación dinero y voluntario.
El tema, sin duda, tiene que ver con el sistema de recompensas que se desea establecer para retener y mantener a voluntarios, o bien, tratar de estimularlos en las actividades que colaboraran. Pero… juntar voluntarios con dinero es… muy…, muy mala combinación…
Para muestra basta un botón. La semana pasada el periódico Novedades de Quintana Roo publicó (marzo 22) una nota con el siguiente título: “Incendios en Q. Roo, provocados por los propios brigadistas. Los voluntarios son señalados como los iniciadores de fuegos para poder ganarse 150 pesos”. Entonces, ¿Son voluntarios o jornaleros?, ¿Son ciudadanos que se ocupan de sus problemas comunitarios o son para los autoridades, mano de obra barata?, ¿Por qué se mezcla el colaboracionismo voluntario con una retribución económica?
Independientemente de que la autoridad sea quien determine qué pasó y realice las investigaciones pertinentes, la suspicacia en este caso está abierta, y fue originada por la falta de habilidad en manejar un grupo voluntario.
Además de prestarse a confusión, el establecer recompensas económicas para la labor voluntaria en cualquier grupo (público, de OSC, universitarios, de iglesias o de empresas), en realidad se rompe con el espíritu y valores axiológicos que definen a esa actividad. Quien realice el ejercicio de revisar las definiciones de voluntariado expuestos por cualquier organismo de relevancia como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), International Association for Volunteer Effort (IAVE), la Alianza Mexicana de Voluntariado, o la Organización Internacional del Trabajo (OIT), constatará que existen principios: Es una actividad que se realiza por libre albedrío; fuera del propio hogar, institución o empresa; puede ser en forma individual o integrado al asociacionismo; se realiza sin ánimo de lucro ni interés particular, salvo querer incidir favorablemente en la calidad de vida de un tercero, una comunidad o mejorar el entorno social y natural. Esos principios se violentan cuando se insinúa que habrá dinero para aquellos que prestarán servicio voluntario.
Pero ¿Por qué se pretende dar dinero? Son varias las razones pero todas ellas tienen que ver, a mi parecer, con la falta de destreza para manejar un grupo voluntario. Adicionalmente, los coordinadores de voluntarios no cuentan ni han desarrollado las herramientas necesarias para definir la relación del voluntario con el voluntariado y éste con la organización y los mecanismos con los que se reconocerá su aporte.
A menudo los coordinadores de voluntariado o los directivos de las organizaciones justifican el pretender dar dinero a sus voluntarios con diversos argumentos tales como:
• Estimular su asistencia continua
• Alcanzar los objetivos propuestos, por ejemplo, en la procuración de fondos
• Destacar aquel voluntario que está más comprometido
• Señalar que dar eventualmente dinero es un acto de justicia
• Necesitar recursos para trasladarse y alimentarse
• Entregar una especie de liquidación por años de servicios
Es tal la inexperiencia, que con frecuencia el mayor problema de la relación dinero-voluntario se presenta en las actividades de procuración de fondos.
En el portal haces falta, en el cual diversas organizaciones filantrópicas publican ofertas de servicio voluntario, es frecuente leer invitaciones con el título: “Buscamos Procurador de Fondos Voluntario”, y cuando se revisan las actividades que realizarán, la organización pide que el candidato realice TODO el proceso de obtención de donativos. E Incluso, han existido ofertas que rezan: “Los recursos obtenidos serán destinados a los servicios que ofrece la asociación y para el voluntario ingresos proporcionales a los donativos procurados” (sic).
Como se observa, con esas propuestas se incurre en un engaño pidiendo al potencial donante una contribución donde no se le informa que un porcentaje “irá al bolsillo del voluntario” y el resto al beneficiario mediante la organización.
Por otra parte, la institución le carga toda la responsabilidad del proceso de procurar fondos al potencial voluntario, cuando en realidad es una tarea institucional y por ende, requiere que se pague un sueldo a un profesional y que exista un control en todo el ciclo de procuración de fondos. Desde hace muchos años las comisiones y bonos por alcanzar las metas de campañas y actividades de procuración no provienen de los recursos recaudados. Este es un asunto ético de primordial relevancia y a quien le interese el tema puede ver el Código de Ética de los procuradores de la Association for Fundrasing Professionals. Vale la pena señalar que dentro de las prácticas de procuración de fondos se han ido eliminando las “tareas a destajo” de los procuradores de fondos profesionales.
Los voluntarios que participen en procuración de fondos habrán de hacerlo en pequeñas actividades donde no pongan en riesgo ni a la credibilidad ganada por la institución, ni la confianza que sienten los potenciales donantes para hacer sus contribuciones.
Pero ¿Qué sucede cuando se requiere dinero para realizar las actividades donde estarán involucrados los voluntarios?
En todo caso, la institución deberá responsabilizar al coordinador de voluntarios de cubrir los gastos para el grupo. Si la actividad demanda desplazamiento, se deberá cubrir el transporte, la alimentación y si es el caso, hospedaje. Si en cambio se requieren comprar materiales para efectuar el servicio, la institución debe previamente preparar todo. El dinero debe ser administrado por el coordinador pues él (o ella) tiene que comprobar los gastos y evitar dar dinero para que ellos cubran los gastos.
Aún cuando no se perciba ninguna amenaza, estos son algunos problemas que se presentarán en la organización si persiste la idea de dar dinero a sus voluntarios:
• Enfrentarán una potencial demanda laboral, pues si ya se dio dinero, el siguiente paso que piensa el voluntario es “que me contraten”
• Demandarán una indemnización por que a otros sí les pagaron y a ellos no por el mismo trabajo realizado
• Exigirán su parte, su comisión, porque trajeron dinero para la institución, o también, abrir la puerta para que pidan donativos a título personal comprometiendo un recibo deducible que no llegará al donante
Resolver los problemas generados por este error serán más costosos en la imagen institucional, en la confianza generada y en el prestigio de su trabajo y servicios.
¿Si no hay dinero, no hay estímulos para los voluntarios?
Existen distintas fórmulas para agradecer y retener a los voluntarios. Esas ideas y recursos deberán ser incluidos en el sistema de reconocimiento y retención de voluntarios. La regla es: Nunca dar dinero, pero en cambio sí se pueden establecer políticas para el otorgamiento de premios, regalos y servicios que previamente cubra la institución para beneficio del voluntario.
Así por ejemplo, en una organización poblana, para agradecer el servicio de una voluntaria, la asociación compró un viaje todo incluido para dos personas a Cancún y se lo entregó a la señora en un acto público. Ella no tendría que desembolsar ningún centavo ni la institución le daría efectivo alguno. En otra situación, a un voluntario en el Estado de México, como parte de los agradecimientos de la institución por su destacado servicio voluntario le invitó una cena doble para él y un acompañante en un restaurant de su gusto. El voluntario no recibió dinero para pagar el consumo, pues el coordinador previamente acordó cubrir el importe con el establecimiento. Para la jornada de construcción de casas y el involucramiento de voluntarios, Un techo para mi país y Hábitat para la Humanidad son responsables de la logística y consideran todos los gastos. De tal manera que el transporte y la comida de sus voluntarios están cubiertos por las asociaciones.
Como se observa, no es difícil hacer bien las cosas, pero demanda un poco más de trabajo que a la larga evitan mal sabores y hasta problemas legales.
Ciudadanos trabajando
Voluntarios de la Cruz Roja
Por doquier se ven a los voluntarios de la Cruz Roja con sus alcancías apoyando la colecta 2013. Ojalá que nuestra generosidad ayude a alcanzar y superar la meta que para este año se espera el monto de 300 millones de pesos. Dar hoy a la Cruz Roja puede hacer la diferencia si mañana la necesitamos. Para valorar el aporte de esta noble institución, mientras miles de familias estarán disfrutando de sus vacaciones, más de 12 mil 500 voluntarios se declararon listos para apoyar cualquier emergencia en esta Semana Mayor.
Bomberos en Michoacán de fiesta
Como lo reportó la agencia Quadratín, los Bomberos Voluntarios de Paracho, Michoacán, están celebrando 11 años de servicio. Este voluntariado ha recibido el apoyo de la comunidad y se encuentra constantemente en capacitación para brindar un mejor servicio.
Voluntarios limpian el Zócalo de Puebla
Más de 150 voluntarios participaron en una jornada de limpieza la semana pasada, donde se limpiaron las calles y la plaza que conforma el zócalo de la capital del estado. Se trata de un programa público que ha convocado a la ciudadanía a participar cuidando el patrimonio cultural de la comunidad y según los datos oficiales el número de voluntarios se han alcanzado la participación de 2 mil 540 personas.
En Michoacán Protección civil certifica a voluntarios
Ocho grupos voluntarios que participan en labores de protección civil fueron acreditados por la Coordinación de Protección Civil de Morelia y la Dirección de Protección Civil del Gobierno de Michoacán. Esta acción significa que los voluntariados cumplen con las habilidades y destrezas que se requieren y que establece la normatividad federal.
Niños en Alegría cumple 10 años
Alejandra Alemán, como voluntaria, dio vida a esta asociación civil que atiende a la niñez de escasos recursos en Acapulco, Guerrero. Desde hace 10 años ha sumado a varias personas también como voluntarias, lo que se ha traducido en una institución profesional y ampliamente valorada por los habitantes del puerto. Recién inauguró la octava escuela que construye su asociación.
Próximos eventos
Semana Internacional de Voluntariado Corporativo
Forética y Fundación Voluntarios por Madrid son dos instituciones que están convocando a los voluntariados corporativos a participar en la III Semana del Voluntariado Give & Gain Day que se llevará a cabo del 10 y el 18 de mayo. Los organizadores señalan que el año pasado se unieron 19 países.
Emilio Guerra Díaz
Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.
Justo estas situaciones son las que nos llevan a los voluntarios a rechazar una legislación sobre el voluntariado; desde el momento en que exista ésta y priven procesos legales, el voluntariado perderá su valor; los acuerdos sobre las condiciones de trabajo deberán establecerse entre la organización y el voluntario; los estímulos son los logros que se tienen en la tarea voluntaria, y los reconocimientos que la organización haga al voluntario; pero si hablamos de dinero, el término voluntario, deja de existir.