Altos directivos británicos del operador ferroviario francés Alstom participaron en un plan «a gran escala» para sobornar a funcionarios en todo el mundo, informa el diario ‘The Times’, que aporta documentos oficiales.
Según esta información, los investigadores de la Oficina contra el Fraude (SFO) del Reino Unido consideran que la división de Alstom en este país fue una de las muchas «células» que la empresa utilizó para distribuir sobornos y asegurar contratos en terceros países.
Así consta en los documentos judiciales y policiales a los que ha tenido acceso este periódico, que indican que se hicieron pagos ilegales de al menos 81 millones de libras (97,4 millones de euros) desde la sucursal británica entre 2004 y 2010. La compañía camufló los pagos como acuerdos de consultoría negociados por agentes de ventas de varios departamentos de Alstom, compañía que es investigada por supuesta corrupción por las autoridades judiciales francesas y suizas desde el año 2008.
La investigación se abrió en abril de 2009
La división británica es investigada por la SFO desde abril de 2009, en la mayor pesquisa por corrupción de este organismo desde la realizada sobre las ventas de la armamentística BAE Systems.
El pasado mes de marzo, más de 150 agentes de la SFO y de la policía efectuaron registros en nueve propiedades residenciales y comerciales relacionadas con Alstom en el Reino Unido.
El máximo responsable de Alstom UK, Stephen Burgin, el director financiero, Robert Purcell, y el director del departamento legal, Altan Cledwyn-Davies, fueron detenidos como sospechosos de corrupción, blanqueo de dinero y contabilidad fraudulenta.
Posteriormente, fueron puestos en libertad bajo fianza sin cargos y tanto Burgin como Purcell -Cledwyn-Davies murió en abril pasado- iniciaron procesos legales contra los registros y la detención.
Las autoridades explicaron que la operación policial se llevó a cabo porque se temía que los directivos destruyeran pruebas, pero Burgin y Purcell alegaron que los registros y las detenciones tuvieron como objetivo «presionarles y coartarles».
Un portavoz de Alstom dijo a ‘The Times’ que la empresa colabora «plenamente» con la investigación y que no habrá más comentarios mientras los jueces deciden sobre la legalidad de la operación efectuada por la Oficina contra el Fraude y la policía.
Fuente: El Mundo.es
Publicada: 10 de Enero 2011