Abelleyra y Castro fueron exhibidos por un supuesto contubernio ilegal en la compra de medicamentos.
La Procuraduría General de la República (PGR) determinó que las imputaciones de supuestos actos de corrupción expuestos en Televisa en contra de directivos de empresas farmacéuticas no tuvo sustento alguno. Los directivos piden a la televisora resarcir el daño moral. De acuerdo con la resolución derivada de la averiguación previa AP/PGR/UEIDCSPCAJ/SP/M-IV-792/2010, no hubo elementos que comprobaran actos de corrupción por parte de Carlos Abelleyra, expresidente de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica, ni de parte de Rafael Castro, exdirectivo de la compañía farmacéutica Novartis.
La autoridad judicial determinó que tampoco hubo elementos que comprobaran actos de corrupción por parte del exfuncionario del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), César Mora -aún relevado de su cargo como Director de Compras-, y del extitular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, Miguel Ángel Toscano. Ambos funcionarios habrían sido mencionados en una audiograbación de Abelleyra y Castro difundida por televisión en noviembre pasado, de donde se deducían supuestos contubernios ilegales. A partir de esta transmisión en horario triple A, el IMSS y la Secretaría de la Función Pública presentaron una denuncia para investigar dichas imputaciones contra los directivos y los funcionarios.
A ocho meses de ello, en la resolución signada por el subprocurador Arturo Germán Rangel, con fecha de 29 de abril del 2011, se establece: “Se autoriza en definitiva el no ejercicio de la acción penal en la presente indagatoria”.
Abelleyra indicó que, con dicha resolución de la PGR, queda demostrado que los comentarios hechos en el noticiero televisivo no respondieron a la realidad y, sin embargo, sí le dañaron su reputación y prestigio.
“La parte grave del asunto es que, en cinco minutos, por una equivocación y por no haber corroborado antes la veracidad de lo que iban a difundir, echaron a perder 27 años de carrera”, comentó Abelleyra, quien al igual que Rafael Castro fueron desplazados de sus puestos en los laboratorios Stendhal y Novartis, respectivamente, por su supuesta corrupción.
Hasta hora siguen sin empleo, pese a insistentes esfuerzos de búsqueda en la industria de medicamentos, donde se extendió la versión de las presuntas extorsiones.
Tanto Abelleyra como Castro hicieron un llamado a la televisora para que reconozcan la equivocación -“al menos un disculpe usted”- y les permitan recuperar su reputación dañada, para así poder reincorporarse como profesionales dentro de una industria altamente especializada, la cual exige un manejo ético impecable.
Fuente: El Economista, p. 41.
Por: Maribel Coronel.
Lunes: 14 de julio de 2011.