El papel de los directores de sostenibilidad de las empresas (CSO, por las siglas en inglés de Chief Sustainability Officer) es en ocasiones desconocido, aunque en los últimos años esta figura se ha convertido en uno de los grandes pilares de miles de compañías en el mundo, de acuerdo con BBVA.
Su papel es imprescindible: analiza y predice la práctica de una empresa con el objetivo de velar por la gestión del impacto ambiental y social de la organización. Esto, asegurando obviamente la máxima rentabilidad en dicha gestión.
Para aclarar cuáles son exactamente sus funciones y por qué su figura es tan valiosa, la firma internacional de servicios profesionales Deloitte y la Federación Bancaria Europea presentaron a mediados del mes de junio el informe ‘El futuro del Director de Sostenibilidad. El responsable de la toma de decisiones’, donde se recopila la visión de más de 80 profesionales cualificados de más de 70 compañías con el objetivo de entender la percepción que tiene el sector financiero sobre el nuevo rol del CSO.
El estudio, a su vez, profundiza en los posibles motivos que apoyan la designación de un CSO por parte de ciertas empresas, las expectativas que genera la figura del CSO y los posibles modelos de gobernanza corporativa que han funcionado mejor con este nuevo rol.
El objetivo del informe era entender cómo se movilizan las empresas de servicios financieros para abordar el imperativo ambiental, social y de gobernanza (ASG). Además, saber cómo ven estas empresas el papel del director de sostenibilidad (CSO) en el cumplimiento de sus aspiraciones. Los investigadores pretendían explorar:
- Por qué algunas empresas tienen directores de sostenibilidad y otras no.
- Qué mandato suelen dar las empresas a su CSO.
- Qué conjuntos de habilidades y atributos de liderazgo son necesarios para cumplir ese mandato.
- Cómo contribuyen los CSO a la gobernanza.
- Cómo es probable que evolucione su papel.
Los profesionales de la sostenibilidad a los que se entrevistaron trabajan en entidades bancarias con una capitalización de mercado total de 1,4 billones de dólares. En conjunto, estos bancos financian casi 16 billones de dólares a través de sus carteras de préstamos, con activos totales bajo gestión de más de 19,7 billones de dólares.
Entre las conclusiones de este informe destaca la materialización de las tres responsabilidades generales de los CSO dentro de sus compañías:
- Dar sentido al entorno externo y sus implicaciones en el negocio bancario para su integración en la toma de decisiones.
- Ayudar a la organización a reconfigurar su estrategia.
- Proporcionar liderazgo de pensamiento y ayudar a alinear a los equipos mediante el compromiso y la educación en sostenibilidad.
Uno de los participantes en el evento de presentación de este informe fue Javier Rodríguez Soler, responsable global de Sostenibilidad de BBVA desde 2021.
En BBVA creemos que para que los bancos cumplamos nuestro cometido y canalicemos la gran cantidad de inversiones que van a ser necesarias para la sostenibilidad en general y principalmente en la descarbonización, tenemos que gestionar dicha sostenibilidad como un negocio. Desde la unidad de sostenibilidad nos coordinamos con todas las áreas de negocio del banco para asegurar una visión alineada e integrada.
Javier Rodríguez Soler, responsable global de Sostenibilidad de BBVA
Javier Rodríguez Soler es el encargado de diseñar, proponer e impulsar la ejecución de la agenda estratégica de sostenibilidad del grupo, desarrollando las capacidades necesarias que permitan su implementación y asegurando el posicionamiento del banco. Lidera la sostenibilidad como área global, incluyendo el desarrollo de soluciones sostenibles y su plena integración en los planes de negocio en todas las geografías. Todos los equipos de desarrollo de negocio tienen una co-dependencia con el área de sostenibilidad.
Uno de los puntos en los que hace hincapié el informe es en tratar de explicar cuándo tiene sentido para una empresa contar con un CSO. La investigación revela que hay tres condiciones que impulsan a las organizaciones:
- El entorno externo está cambiando más rápido que el interior de la organización, por lo que necesita a alguien que ayude a adaptarse.
- El escrutinio de las partes interesadas externas se intensifica, al igual que las expectativas sobre la organización.
- La empresa reconoce que los riesgos ASG son lo suficientemente importantes como para ser estratégicos.
Existen nuevos modelos de negocio que están surgiendo en el camino de la descarbonización. Y si no somos capaces de adaptarnos y ayudar a las tecnologías que forman parte de ellos, todos fracasaremos.
Javier Rodríguez Soler, responsable global de Sostenibilidad de BBVA
Las habilidades más importantes que debe tener un CSO, según el estudio, son las estratégicas. Las habilidades de influencia están en segundo lugar. La estrategia y la influencia se valoran incluso más que las, también imprescindibles, habilidades técnicas, como es la cuantificación de los datos relacionados con la ciencia del clima y las competencias normativas.