• Padecen una discriminación institucional en la legislación, en los reglamentos y procedimientos internos de organismos, organizaciones y grupos públicos o privados. Asimismo en la vida privada
Entendiéndose el VIH/SIDA como un problema social que va más allá de lo legal y de lo físico, las personas que viven con VIH/SIDA, son mayormente discriminadas, estigmatizadas y excluidas.
“Las cosas venían bien y se estaba dando para que todo en mi vida y carrera artística fuera un éxito: acababa de firmar un contrato que me prometía un gran cambio en mi vida como músico, pasaron siete días y todo cambio de una manera insospechada. Me apareció un cuadro gripal de 40° de fiebre por más de una semana, las medicinas que me recetaron no produjeron ningún cambio ni mejoría y los exámenes resultaron totalmente alterados. Así pasaron los meses y me informaron de los nuevos resultados: tenía el síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida,” dijo Esteban, quien vive con SIDA.
Las personas que viven o se sospecha que viven con VIH/SIDA, enfrentan graves problemas de discriminación y estigma. Entre ellas las siguientes: Violencia física; Negación de algún tipo de servicio; Rechazo en los servicios de atención en salud; Verse privadas por la cobertura de un seguro; Expulsadas de sus hogares por los parientes; Despido injustificado de su trabajo; Exclusión o negación al ingreso a una institución educativa; Imposición de una prueba de detección sistemática y generalizada al reclutar mano de obra o en el lugar de trabajo; y redadas policiales y pruebas forzadas a las y los trabajadores sexuales.
“Con el tiempo quedé sin trabajo y me sentí discriminado. La gente se preguntaba sobre mi y el SIDA por lo delgado que me encontraba; tuve experiencias de rechazo con las personas que antes me daban trabajo,” agrega Esteban.
Lo más grave de la discriminación contra las personas que viven con VIH/SIDA es el estigma relacionado con el padecimiento que puede ampliarse a la siguiente generación, con la consiguiente carga psicológica para niños y niñas que posiblemente estén tratando de superar la muerte de su padre o madre por causa del SIDA.
Visión Mundial, al estar enfocada en la atención a la infancia, se ha percatado de infinidad de formas de discriminación que enfrentan niñas y niños que viven con VIH/SIDA o algún familiar cercano que tenga VIH/SIDA. “La infancia es uno de los grupos más vulnerables entre personas que viven con VIH/SIDA, porque padecen una discriminación institucional en la legislación, en los reglamentos y procedimientos internos de organismos, organizaciones y grupos públicos o privados. Asimismo en la vida privada”, señala Norma Escudero, coordinadora del programa de VIH/SIDA en Visión Mundial.
Comenta: “Los talleres de prevención sobre VIH/SIDA en lengua en comunidades con población indígena en Guerrero y Chiapas han impactado en la aceptación de personas que viven con VIH/SIDA y el conocer sobre la pandemia. Tan solo el año pasado (2010) 3 mil 784 personas en 20 comunidades recibieron información en su idioma materno sobre el VIH y cómo prevenirlo.”
En el mundo, más de 16,5 millones de niñas y niños perdieron a uno o a ambos padres como un resultado del SIDA, y más aún, las niñas y los niños se enfrentan con la tarea abrumadora de cuidar de sus padres, hermanos y hermanas enfermos. Incluso con todo nuestro progreso en cuanto a la prevención del SIDA, todavía vimos 2,6 millones de infecciones nuevas a finales de 2009. Infecciones que pudieron haberse evitado.
Es urgente revisar nuestros propios prejuicios, estereotipos, temores y dudas, así como identificar estrategias de cambio que nos faciliten convertirnos en agentes que promueven y defienden el derecho que tenemos a ser personas y vivir con bienestar, ya sea que vivamos, o no, con VIH/SIDA.
Nada nos puede mover de nuestro compromiso hecho, no debemos cambiar por las influencias geo-políticas, por las economías mundiales cambiantes, ni por la naturaleza astuta y mutante del VIH. Podemos usar nuestra influencia para ayudar a que las familias y comunidades vuelvan a dar la bienvenida a los que viven marginados y se les ha apartado y estigmatizado debido al VIH, y a abrir espacios para que ellos vivan y luchen.
Como parte de su misión, Visión Mundial de México pone a su disposición información de las zonas en que tiene presencia, así como contacto directo con el personal que labora en estas regiones con la única petición de mencionar la fuente. Visión Mundial de México es parte de la Confraternidad Internacional de World Vision, organización fundada en 1950 y que actualmente tiene presencia en cerca de 100 países en tres líneas básicas: Desarrollo transformador; Promoción de la Justicia y; Prevención, emergencia y rehabilitación para responder ante desastres y conflictos en las regiones que así lo requieran, independientemente de la religión, raza, grupo étnico o género. Lo anterior es lo que justifica nuestra presencia en países como Indonesia, Irak, Liberia, Chad entre otros.
Fuente: Comunicado de Prensa.
