En la era digital, las redes sociales se han convertido en un espacio donde el discurso de odio puede propagarse rápidamente, exacerbando tensiones sociales y dividiendo comunidades. Puesto que la libertad de expresión en línea a menudo se ve distorsionada cuando se utiliza como plataforma para difundir mensajes discriminatorios basados en la raza, religión, sexo u otras identidades. Este fenómeno plantea un desafío significativo para la construcción de sociedades inclusivas y pacíficas.
Por ello, el lema del Día Internacional de la Educación 2024, «aprender para una paz duradera», destaca la importancia de la educación como instrumento transformador. Esto ya que la educación no solo implica adquirir conocimientos académicos, sino también cultivar habilidades sociales y emocionales que promuevan la empatía y el respeto mutuo, y que permitan erradicar el discurso de odio en redes sociales.
Integrar la conciencia digital en los programas educativos puede ser clave para abordar los desafíos del discurso de odio en las redes sociales. Al capacitar a las generaciones futuras con herramientas críticas y valores que fomenten la convivencia pacífica, podemos sembrar las semillas de un cambio positivo en la forma en que interactuamos en línea y construimos nuestras comunidades.