Disminuir las emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero) se ha convertido en un objetivo global en la lucha para mitigar el cambio climático y sus efectos. Puesto que estas emisiones son las causantes del aumento acelerado de la temperatura en nuestro planeta. Por ello, cada 28 de enero se conmemora el Día Mundial por la Reducción de las Emisiones, con el fin de sensibilizar a la población respecto a esta problemática.
De esta manera, se busca que las personas se vuelvan conscientes del impacto ambiental que generan en su vida diaria en acciones tan sencillas como comprar una botella de agua embotellada. Sin embargo, un cambio en los hábitos individuales no tendrá ningún efecto beneficioso para el planeta si las empresas no se adaptan al nuevo contexto, ya que los consumidores adquieren lo que se oferta en el mercado.
Aunque, por otro lado, la tendencia actual es el consumo responsable, por lo que aquellas corporaciones que se nieguen al cambio dejarán de ser rentables. Entonces, la educación y la conciencia ambiental es primordial para garantizar la subsistencia de la humanidad, así como para que las empresas sigan siendo del agrado del público.
