La controvertida respuesta del gigante de la animación y entretenimiento ante un proyecto de ley educativa en Florida vuelve a destacar la complicada historia de Disney con la comunidad LGBT+, una relación compleja para la productora que ha jugado tanto de campeón como de saco de boxeo.
De acuerdo con CNN Business, recientemente, el director general de Disney, Bob Chapek, se pronunció sobre la controvertida iniciativa de derechos parentales en la enseñanza —llamada coloquialmente «No digas gay»—, pero no la condenó.
Conflictos de inclusión y postura
Aunque expresó cierta oposición, Chapek aeguró que una declaración corporativa sobre el asunto sería ineficaz. En su lugar, dijo que las «diversas historias» de Disney servían como antídotos más apropiados para la legislación, que prohíbe a los profesores instruir a los niños de tercer grado y menores sobre temas LGBTQ+.
Muchos empleados, enfurecidos, organizaron huelgas y Chapek se disculpó. Posteriormente, Disney suspendió las donaciones a los políticos que apoyaban el proyecto de ley. Sin embargo, esta no es la primera vez que Disney entra en conflicto con la comunidad LGBTQ+.
Desde los tiempos del creador Walt Disney, la compañía ha representado a pocos personajes homosexuales destacados. En su lugar, el público LGBTQ+ ha adoptado como propios a varias reinas y villanos malvados, comentó Sean Griffin, autor del libro Tinker Belles and Evil Queens: The Walt Disney Company from the Inside Out (2000).
Con la llegada de Michael Eisner y Jeffrey Katzenberg en 1984, el estudio ajustó su estrategia para hacer gestos hacia el consumidor LGBTQ+, pero no de una manera que pudiera ‘agravar al público de valores conservadores de la familia heterosexual al que también querían aferrarse’.
Sean Griffin, escritor y crítico.
El resultado es «una estrategia para tratar de atraer a ambas partes y no alienar o insultar a ninguna de ellas», sentenció Griffin. Asimismo, otros críticos dicen que Disney no ha hecho lo suficiente en la representación diversa, incluso ha recibido una calificación de «suspenso» o «pobre» de GLAAD, cada año desde 2014, en el informe de la organización de supervisión de los medios de comunicación sobre la inclusión de LGBTQ+.
Griffin, que también es profesor de cine y artes mediáticas en la Southern Methodist University, añadió que Disney ha obtenido recientemente mucha publicidad sobre varias películas de la compañía con personajes abiertamente homosexuales. Sin embargo, esos momentos tienden a ser fugaces.
Los dos ejemplos más destacados son el personaje de LeFou bailando con otro hombre en el remake de acción real de La Bella y la Bestia (2017) y el de dos combatientes de la Resistencia abrazándose rápidamente con un beso al final de Star Wars: Rise of Skywalker (2019).
Ambos momentos fueron señalados por no ser verdaderos actos de representación. Incluso Josh Gad, que interpretó a LeFou, afirmó que «no fue lo suficientemente lejos como para merecer elogios.»
A menudo se intenta dar una representación de guiño, una representación que probablemente podría ser apreciada por alguien que la busque, pero que podría pasar desapercibida para personas que podrían sentirse molestas o traumatizadas al ver lo que consideran un contenido inapropiado.
Sean Griffin, escritor y crítico.
Historia compleja: Disney con la comunidad LGBT+
Aun así, no se puede decir que Disney no sea en absoluto inclusivo. Su producto principal, el entretenimiento familiar, no ha sido descarado en su representación de personajes homosexuales, pero ABC —que es propiedad de Disney— sí lo ha hecho con programas de televisión como Modern Family y Ellen. De hecho, la telecomedia tuvo el primer personaje principal gay de la televisión en 1997.
Además la compañía ha tenido históricamente empleados homosexuales. Así que el problema para Disney, según Griffin, es que el director general: «parece seguir tratando de jugar con el libro de jugadas de los ochenta, tratando de caminar por esa cuerda floja de no ofender a ninguna de las partes».
No puedes decir ‘no quiero tomar partido’ porque la gente dice: ‘Al negarte a elegir un bando, has elegido un bando’. Chapek pensó que estaba trabajando una vieja estrategia, y parece que no funcionó.
Sean Griffin, escritor y crítico.
Tras los acontecimientos, parece que la conocida «House of Mouse» todavía tiene trabajo que hacer para reparar las vallas de discriminación tanto dentro como fuera de la empresa. Aunque quizá la presión ejercida por sus personal, que ha decidido realizar un para de labores, ayude a Disney a tomar una postura más firme de inclusión.
Deben respetar al público conservador, ya que el éxito de disney se debe al público conservador, obedecer 100% en cambiar a Disney a lgbt, sería la ruina de Disney, ya que Disney era 100% conservador. El respeto debe ser mútuo.