Cada vez que nuestra imaginación viaja hasta el mágico mundo de Disney, nos encontramos con un espacio increíble repleto de criaturas fantásticas, grandes villanos y hermosas princesas que con frecuencia han sido blanco de numerosas críticas gracias a los roles sexistas que pueden imponer a la niñez.
En un esfuerzo por alejarse de estos estereotipos, Disney le ha dado el adiós a las princesas (a menos por ahora) y ha anunciado la llegada de un nuevo miembro de la familia: Moana Waialiki, una heroína incansable proveniente de la antigua Oceanía que emprende una aventura en busca de una isla misteriosa que podría tener la clave para salvar a su familia.
Un semidios llamado Maui será el compañero de esta aventurera chica a lo largo de su interesante viaje en el que se encontrarán con mundos submarinos, elementos de folklore antiguo y peligrosos obstáculos que jamás imaginaron; aunque por fortuna Moana ha sido dotada de grandes habilidades en navegación.
La película dirigida por Ron Clements y John Musker podría llegar los cines en 2016, y aunque las cintas de princesas han tenido un excepcional recibimiento en taquilla con todo y las críticas, no sería una sorpresa que la primera heroína de Disney se convirtiera en el primer gran éxito de una nueva etapa alejada de los convencionalismos actuales.
Es muy importante destacar que Moana no es el primer miembro de la familia Disney que ha procurado marcar la diferencia y rechazar los estereotipos sexistas de sus predecesores. En 2012 los estudios sorprendieron con la llegada de la princesa Merida, la revolucionaria princesa arquera protagonista de Brave (Valiente), quien poseía un carácter particularmente fuerte e impulsivo y estaba siempre dispuesta a definir su propio destino.
Tras el éxito de esta cinta, la imagen de Merida se deformó agregando color a sus labios para suavizar sus facciones, ensanchando sus caderas y pronunciando el escote de su vestido hasta dejarlo por debajo del hombro; detalles que si bien podrían parecer ligeros, terminaron por sexualizar a la que hasta entonces bien habría podido ser llamada princesa del empoderamiento.
Esperemos que este no sea el destino de la esperada heroína Moana, aunque tras el rotundo éxito de Frozen y Maléfica presentando tipos de amor que nada tienen que ver con el príncipe azul y cuyas protagonistas se convierten claramente en ejemplos de empoderamiento, probablemente Disney haya encontrado ya el camino correcto.