“Escribir es recordar,
pero leer también es recordar”.
François Mauriac
Por Emilio Guerra
Más que ser un gesto honorable de una organización, se hace necesario documentar trayectorias de personas que han servido como voluntarios. ¿Por qué? Existen varias razones que van desde el punto de vista del voluntario y de la asociación, como también desde los beneficiarios y el público en general.
Veamos el enfoque de la organización. Con frecuencia los coordinadores de voluntarios se preguntan cómo pueden mantener cohesionado al grupo, cómo aumentar el número de voluntarios y retenerlos. El trabajo cotidiano provoca que a veces “lo urgente” rebasase a “lo importante” postergando atender los temas que conforman este último terreno.
Así mientras los voluntarios van acumulado horas de servicio, la organización trabaja por aumentar la cobertura, mejorar los servicios o tener mayor presencia en la comunidad. Predominan ritmos distintos que separan el ejercicio de detenerse por un momento y reflexionar para qué le ha servido a una persona ser voluntaria dentro de la organización. Se van perdiendo valiosas oportunidades de obtener y ordenar los testimonios que podrían motivar tanto a los voluntarios que ya están dentro como de personas que todavía no se han decidido incursionar en el servicio voluntario.
Al paso de unos años muchos voluntarios se han ido y nadie documentó su trayectoria. Con ello también se ha perdido gran parte del patrimonio emocional de la organización. Incluso sucede que los que continúan no ha sido sistematizada su experiencia y si acaso, sobreviven los recuerdos personales, las anécdotas que solo las saben unos pocos compañeros y que pueden desparecer con un poco más de tiempo.
Se olvida que los voluntarios hacen a la organización, pero también la organización hace voluntarios. Es justo ese balance el que se deja de aprovechar por no documentar las historias, los aportes y las vivencias. La organización no tiene una actitud proactiva, en cambio las experiencias que trascienden son aquellas que, por ejemplo, son recuperadas por un periodista, un medio de comunicación o un compañero.
Para comprobar lo anterior imagine por los apuros que pasa una persona u organización cuando quiere postular a un voluntario a un premio de relevancia nacional y necesita recabar los probatorios: se encuentra algunos datos pero falta información que alguien posee, pero ¿Quién?; las anécdotas que otrora se escuchaban con frecuencia se van deteriorando tanto en profundidad como en trascendencia y se diluye lo estimulante que pudo ser; quizá también ya no están con nosotros los amigos y compañeros del voluntario que se quiere distinguir y que pudieran dar un testimonio…
Desde el punto de vista personal, es difícil que un voluntario vaya redactando su propia trayectoria en un texto, algo así como parafraseando a Pablo Neruda, “Confieso que he vivido Memorias de Voluntariado”, pero en cambio, todos los días graba en su alma su experiencia que se vuelve vivencial, pero que si se la queda para sí tendrá un provecho aislado, pero en cambio sí se comparte con otros revela los conectores invisibles que cada voluntario va obteniendo y cómo de una situación de entropía ésta se transforma con el tiempo y servicio en un cosmos que muestra un nuevo universo benéfico para todos los involucrados en el voluntariado.
De tal manera que toda persona que brinda servicio a favor de los demás es conducido a descubrir la “ley no escrita del voluntariado” que reza así, y donde cada uno de los voluntarios dará sus propios tintes, pero sobre la siguiente base discursiva: “…nunca imaginé que como voluntario haya recibido más de lo que doy…” y todo voluntario entra en el ciclo de la satisfacción personal… “mientras más das, más recibes” lo que mantiene fluyendo la adrenalina del voluntariado en cada persona que a su vez genera oportunidades para otros y para sí.
Esos elementos que ha ganado cada voluntario (y que no corresponden para nada en dinero) es lo que se necesita comunicar para quien no ha percibido el potencial que el voluntariado puede representar en su vida personal.
Por otro lado, el impacto del voluntariado en la comunidad objeto de la acción voluntaria genera otros beneficios que conducen que aquella celebre prácticas solidarias con mayor frecuencia basadas en la lógica de la fraternidad donde se predica con el ejemplo: “hoy no tengo, te necesito… mañana me toca ayudar”, así se siembra la semilla de la retribución, algo así como la trama del film que en nuestro idioma se llamó “Cadena de favores” (Pay it Forward, Dir. Mimi Leder, 2000). Pero si se pierde esa memoria no habrá efecto multiplicador, por ello el testimonio de la comunidad sobre el aporte voluntario se hace necesario para reproducir estas conductas y que se hagan cada vez con mayor “normalidad”. Pero además la comunidad al testimoniar el aporte voluntario recibido lo hace colectivamente consciente y le da un valor social y económico.
Todas las carencias de testimonios de los voluntarios (desde la organización, la propia persona voluntaria, la comunidad) desembocan en la falta una cultura de participación ciudadana donde lo común es que cada quien vea por sus intereses y en cambio se vea como alguien “raro” o “extraño” si una persona ha sido voluntaria en el interés público, en lo colectivo… en lo que benéfica a otros.
Esa idea se refuerza con lo que he escuchado decir a varios padres y madres de familia cuando su hijo les comparte que quiere ser voluntario en una organización. La primera y frecuente reacción: “hijo no pierdas tu tiempo y ponte a trabajar en serio, necesitas ingresos económicos”. Difícilmente el aliento que requieren esos jóvenes esté inspirados en un pensamiento abierto y flexible que diga “al ser voluntario, mi hijo va a encontrar su misión personal; será capaza de conjugar su necesidad personal de trascendencia colaborando con el bienestar de otros”.
Como hemos visto testimoniar estimula el interés de otros y hace cercano el beneficio personal con las aspiraciones de desarrollo personal, profesional y humano de un buen número de personas que quiere trascender. Alguien tiene que escribir, alguien tiene que leer.
Próximos eventos
Presentación del libro Lo esencial del Voluntariado
La próxima semana es la cita en el IMDOSOC para acudir a la presentación de esta obra. Participarán: el Dr. Luis Aranguren Gonzalo, autor y Director de Ediciones PPC; María Luisa Aspe, quien es Presidenta del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristina (IMDOSOC); Susana Barnetche y Pous, Presidenta de la Alianza Mexicana de Voluntariado (AMEVOL). Serán moderados por Felipe Monroy, Director de Revista Vida Nueva, que por cierto ha dedicado su más reciente número a hablar del voluntariado en México. ”. El evento será en el IMDOSOC, el 3 de septiembre a las 19:00 horas, su sede está ubicada en Luis Ogazón 56, Col. Guadalupe Inn.
Taller “Aptitudes y Actitudes del Voluntariado”
El Dr. Luis Aranguren Gonzalo impartirá en Mérida el taller “Aptitudes y Actitudes del Voluntariado” en el auditorio José A. Novelo Navarrete de la Fundación Villa de la Esperanza a las 16:00 horas. Tiene cuota de recuperación. La sede se encuentra en Calle 15, no. 267 entre la 20 y 23 en el fraccionamiento Altabrisa.
Taller “El Voluntariado, su incorporación, Adhesión y Cultivo”
Dentro del Seminario Dirección de Recursos Humanos en las OSC, que lleva a cabo Fortalessa en Ciudad Juaréz, Emilio Guerra Díaz impartirá este taller los días 6 y 7 de septiembre, donde además de considerar cómo trabajar con los voluntarios que sirven en programas, proyectos y servicios, también se darán herramientas para desarrollar al grupo de voluntarios que conforman el Consejo Directivo o Patronato. Para mayor información visite: www.fortalessa.org.mx
Seminario internacional «Combate a la corrupción: balance para una propuesta»
Mauricio Merino de la Red por la Transparencia invita a participar en este seminario que se llevará a cabo el próximo lunes 2 de septiembre en el Hotel Camino Real, ubicado en Mariano Escobedo. La entrada es libre y promete alta calidad por los ponentes. Más información en www.rendiciondecuentas.org.mx
Campaña Techo
Un Techo para mi País México se encuentra en plena campaña para obtener donativos para seguir construyendo viviendas con su exitoso modelo. También buscan voluntarios. La empresa FOX Sports se encuentra como un socio para difundir y apoyar la campaña. Puede ver un spot en www.techo.org
Ciudadanos trabajando
Carlos Cruz, Permio Luis Elizondo 2013
Carlos Cruz, quien nació en la Ciudad de México y fundara Cauce Ciudadano ha sido distinguido con este prestigiado premio en la categoría Humanitario en su edición 2013.
Falleció Alicia Escalante Alfaro, ejemplar voluntaria
El domingo 18 de agosto falleció Alicia Escalante Alfaro fundadora de la Sección Mexicana de Amnistía Internacional y quien desde 1968 se convirtiera en activista a favor de los derechos humanos en México y el mundo.
Emilio Guerra Díaz
Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.