Japón anunció este martes que contribuirá con 15.5 millones de dólares a la lucha contra el terrorismo en Oriente Medio y África, mientras el país sigue conmocionado por la decapitación de dos japoneses por el grupo Estado Islámico (EI).
El Ministro japonés de Exteriores, Fumio Kishida, precisó que dicha ayuda será detallada oficialmente por el viceministro Yasuhide Nakayama en una conferencia sobre antiterrorismo prevista esta semana en Washington.
La suma incluye los 7.5 millones que Kishida prometió en enero durante una visita a Bruselas.
El dinero se destinará a aumentar las capacidades de lucha contra el terrorismo en Oriente Medio y África, incluyendo el control de fronteras, los medios de investigación o la mejora de las legislaciones, explicó un comunicado de la Cancillería.
Japón espera demostrar así su voluntad de no ceder ante el terrorismo.
El dinero será repartido por las organizaciones internacionales en las regiones afectadas, incluidos países limítrofes de Siria e Irak, controlados en parte por EI.
El Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, había sido criticado en cuanto a la pertinencia del anuncio en enero en El Cairo de una ayuda de 200 millones de dólares para ayudar a los refugiados que huyen de las zonas en poder de los islamistas.
Sus palabras fueron presentadas por EI como una participación en la coalición liderada por Estados Unidos.
EI reclamó entonces un rescate equivalente para evitar la muerte de dos japoneses secuestrados meses antes.
Tokio no cedió al ultimátum ni a los que siguieron y los dos nipones, Haruna Yukawa y el periodista Kenji Goto, fueron decapitados a una semana de intervalo, según filmaciones colgadas en internet por EI.
Estos asesinatos, que suscitaron una ola internacional de indignación, no impidieron que Japón se sume a la lucha antiterrorista aunque su constitución pacifista no le permita participar en acciones militares.
Fuente: Reforma