Por: Emilio Guerra
Una nota publicada en La Crónica de Jalisco que mal leída por su “cabeza” (título) puede provocar una interesante reflexión respecto a la voluntad de otorgar donativos. El escrito de Ricardo Balderas fue bautizado por quien es responsable de esa tarea en su medio: “Buscan donativo obligatorio para la Cruz Roja en el 2008” (junio 23, 2017).
Inmediatamente vino a la mente un recuerdo. En una reunión de donantes internacionales en México la delegación venezolana llamó la atención del auditorio cuando comentó que el entonces presidente Hugo Chávez se disponía a decretar que todos los donativos que los particulares quisieran dar a organizaciones de la sociedad civil, así como también la ayuda que recibirían de la cooperación internacional serían concentrados en una cuenta estatal de la cual él dispondría el destino final, tanto del monto como la asociación receptora. Muchas personas quedaron incrédulas, otras estupefactas y algunas más expresaron que en un régimen totalitario era una “medida consecuente”.
Años después, en una reunión sobre responsabilidad social empresarial en Cartagena de Indias, Colombia; platicando con otros venezolanos de una empresa cuyo nombre se omite por obvias razones, confirmaron esa intención que no alcanzó a fraguar. Sin embargo, comentaron que en la obsesión del “comandante Chávez” por los dineros privados y su desconfianza hacia la clase empresarial, había provocado otras ridículas medidas. En particular, una llamó más la atención. Obligó a que las empresas llevarán la contabilidad en libros, a la vieja usanza, pese a contar con recursos informáticos de primera línea burocratizando el reporte de cada corporativo para pagar impuestos.
De regreso a Guadalajara, el texto de Ricardo Balderas señala otra realidad diferente a la que da el título de su nota y apunta que: “Representantes de la Cruz Roja delegación Jalisco, lograron un acuerdo con los diputados para que el donativo de 20 pesos a las instalaciones de dicha institución, aparezcan de manera obligatoria en la Ley de Ingresos del próximo año…” En realidad se trata de un apoyo que el estado de Jalisco estableció tiempo atrás donde por cada refrendo vehicular, veinte pesos son destinados a la benemérita institución. Dicha aportación, que es una especie de impuesto, tiene lógica pues la Cruz Roja atiende muchos accidentes de tránsito y es una forma de financiarla desde el gobierno. Por lo tanto, no es un donativo.
Parecería entonces que alguien pretende que los donativos otorgados por particulares estén “obligados” por la ley, lo cual no tiene viabilidad porque la filantropía nace del impulso generoso y voluntario. Por tanto, no tendría que regularse por ningún gobierno. Sin embargo, intervenir en la relación donante-donataria es una tentación que siempre estará presente en los políticos. En España justo en estos días los diputados están discutiendo una Ley de Mecenazgo, tratando de regular una relación entre particulares, donde uno apoya con financiamiento al talento de un artista, creador, músico, poeta, literato, etc.
Todavía falta mucho camino para comprender los aportes de la filantropía, la generosidad y la sociedad civil organizada. Los políticos cuando dirigen su atención al sector se deleitan desde su desconfianza urgiendo dónde pudieran poner más obstáculos y dificultar su trabajo. Desafortunadamente, tienen el poder de hacer leyes y adaptarlas a su enfoque. De ahí la relevancia de que los ciudadanos y sus organizaciones estén pendientes y demanden mesas de diálogo para defender sus puntos de vista cada vez que se vislumbre una amenaza.
Desde el Consejo Directivo
El presidente del Consejo Directivo expresó a sus colegas que la Fundación Soriana ha estado muy activa en el estado de Chihuahua, pues tanto en la capital como en Delicias, entregó importantes donativos. Dio mucho gusto que una de las organizaciones beneficiarias fuera Cima que atiende el cáncer en mujeres, sobre todo porque dicha asociación está dirigida por Thelma Manzano, una gran líder del sector en esa entidad.
El tesorero de la organización compartió con sus colegas que Salud Digna para Todos IAP, fundada por Jesús Vizcarra en Sinaloa, ganó el Premio Nacional de Calidad 2017 en la categoría Empresa Social. Dicha asociación se ha convertido en un referente de calidad en el servicio y ofrece costos accesibles a la comunidad. También ha replicado el modelo en otras entidades, incluso ya en la ciudad de México desde hace varios años.
La secretaria de la organización comentó que no cabe duda que uno es el discurso y otra, la realidad. La organización Sin Fronteras, especialista en atender a migrantes señaló la semana pasada que la ciudad de México representa un viacrucis para migrantes que están de paso pues no encuentran apoyo y hay un desinterés del gobierno capitalino por atenderlos pese a que sus autoridades quieran presentar el espacio como un santuario.
El Director de la organización señaló que en Delicias, Chihuahua se llevará a cabo el Segundo «Pacto Social: Acciones que Trascienden», que convocan Enrique Valenzuela, Director de Fechac en la región y el Centro para la Profesionalización de la Sociedad Civil local. Es una jornada que reúne a empresarios del municipio, asociaciones ciudadanas, públicas y privadas para dialogar y crear alianzas para beneficio de la comunidad.
Emilio Guerra Díaz
Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.