La Constitución expresa de forma clara en su Artículo 4 que “Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar”. Esta es la máxima de la parte todo el esfuerzo nacional para tener una economía sustentable.
Según el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), México es responsable del 1.6% de las emisiones mundiales de CO2. De ellas, una quinta parte provienen del sector autotransporte.
Para reducir el impacto contaminante de este sector, el Gobierno aprobó la NOM-163, una norma que no propone incentivos, sino que establece una línea roja que determina, grosso modo, mediante fórmulas matemáticas, cuántos kilómetros por litro de gasolina debe rendir un coche modelo 2014 o posterior, en función de su peso y su tamaño. La NOM-163 equivale a normas similares aprobadas en Estados Unidos y Canadá, y sancionará a quienes comercialicen nuevos modelos de coches que contaminen más de lo permitido.
Las directrices nacionales sobre sustentabilidad no sólo contemplan sanciones, también subsidios. Y es la Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC) con sus objetivos a 10, 20 y 40 años, la que enmarca las principales líneas de acción de la política fiscal y económica en este ámbito.
¿Qué es y que no es la ENCC?
La ENCC es una estrategia, pero no constituye un listado de incentivos sectoriales en vigor. La ENCC habla de “establecer los mecanismos” necesarios, para que el Fondo para el Cambio Climático que se acordó crear durante la Conferencia de las Partes (COP-16) en Cancún sea “eficiente y eficaz”. También propone “Vincular los recursos financieros públicos y privados”, con el objetivo de cumplir prioridades en “mitigación y adaptación” y de impulsar “posibles mercados de emisiones” de CO2.
En síntesis, la ENCC es una estrategia, con líneas de acción para lograr ciertos objetivos, por ejemplo, reducir las emisiones de CO2 en un 30% hacia 2020 y en un 50% hacia 2050, con base en los niveles de contaminación del año 2000. Pero no es una guía práctica ni un manual de subvenciones e incentivos fiscales que los empresarios puedan consultar y aplicar a los procesos industriales que realizan o a los servicios que proveen.
A continuación, presentamos varios de los programas sectoriales de subsidios, apoyos e incentivos que impulsan la sustentabilidad en México. Para poder acceder a los fondos públicos, las organizaciones deben conocer los Lineamientos oficiales de cada programa, determinar si son o no elegibles y aplicar.
Energía
En materia de energías renovables, la Secretaría de Energía (SENER) contempla apoyos como el “arancel cero” para comprar equipos y maquinaria “anticontaminante” y “sus partes”. También prevé que PEMEX destine el 0.13% de sus beneficios de extracción de crudo y gas, a financiar investigación y adopción de nuevas fuentes de energía. Entre los programas de apoyos de SENER se encuentran los siguientes:
-Fondo de transición energética y aprovechamiento sustentable de la Energía.
-Servicios Integrales de energía (SIE) para pequeñas comunidades rurales en México.
-Mecanismos de apoyo para proyectos de energía renovable.
-Mecanismo de desarrollo limpio (MDL)
-Depreciación acelerada de activos fijos
-Fondo sectorial de energía y sustentabilidad energética.
-Arancel “cero”.
Para conocer quién puede recibir fondos de cada uno, visita la página oficial de energías renovables.
Medio ambiente
Por su parte, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), cuenta con al menos siete programas de subsidios y apoyos para proyectos que promueven la sustentabilidad. Entre ellos se encuentran el de Gestión integral de residuos, que cuenta con un presupuesto de más de 500 millones de pesos para 2014. Si quieres consultar los Lineamientos de cada programa, visita la sección de Apoyos en la página de la SEMARNAT. Entre los programas de subsidios más relevantes de SEMARNAT se encuentran los siguientes:
-Fomento para la conservación y el aprovechamiento de la vida silvestre.
-Prevención y gestión integral de residuos.
-Programa de desarrollo institucional ambiental.
-Programa de empleo temporal (PET).
-Programa de fortalecimiento ambiental para las entidades federativas.
-Programa de manejo de tierras para la sustentabilidad productiva.
-Programa de subsidios a las organizaciones de la sociedad civil.
Deforestación
Uno de los programas de sustentabilidad con más recursos en México es el liderado por la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR). REDD+ se centra en la deforestación, una problema cuya solución, según la ENCC, tendrá cuantiosos beneficios económicos entre 2020 y 2050.
A través de la CONAFOR, el Gobierno de Noruega, agencias europeas de cooperación como las de Francia o España, así como la de Estados Unidos o incluso el Banco Interamericano de Desarrollo invierten partidas económicas que van desde los cientos de miles a las decenas de millones de dólares. En 2014 CONAFOR cuenta con los siguientes programas de apoyo:
-Programa Nacional Forestal (PRONAFOR).
-Programa de Sanidad.
-Proyectos especiales de conservación y restauración forestal.
-Programa de Plantaciones Forestales Comerciales.
Para conocerlos más fondo, visita el sitio oficial.
Miscelánea
Otras dependencias de Gobierno, como la Secretaría de Economía (SE) no cuenta con subsidios específicos para el medio ambiente, pero sí dispone de apoyos que pueden ser aplicados en la creación de capacidades sustentables. Entre ellos, el Fondo Emprendedor, dotado con más de 9 mil millones de pesos o el Fondo Pyme, que tras fusionarse en 2014 dieron lugar al Fondo nacional del emprendedor.
Por su parte, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) ha priorizado la aprobó la construcción de nuevos ferrocarriles de pasajeros, en línea con el esfuerzo para reducir la emisión de CO2 por parte del sector autotransporte, que, como hemos visto, produce más del 20% de las emisiones en el país.
Si bien en México aún no contamos con subsidios públicos para instalar paneles solares en zonas residenciales o para comprar coches eléctricos, algunos programas de la SENER ya permiten construir proyectos que generen hasta 30 Megavatios de energía limpia para consumo propio, sin necesidad de participar en licitaciones. En este sentido la transición energética pasa por la Reforma Energética, que abre la posibilidad de celebrar contratos a la CFE y a Pemex con otras empresas, entre las que se encuentran especialistas en energías limpias y renovables.
Fuente: Alto Nivel
