Por Leopoldo Lara
Ya existen cinco empresas de Nuevo Laredo consideradas como Socialmente Responsables por el Centro Mexicano para la Filantropía, A.C. (CEMEFI).
Así apareció publicado en el listado que emitió esa organización este viernes 28 de febrero por la noche.
Un número pequeño si se compara con las 931 empresas y universidades que completan este año ese listado de otras partes del país, pero de mucho valor si consideramos que hace apenas cuatro años no existía ninguna empresa local que fuera avalada por el CEMEFI con este distintivo.
Ser considerada como una Empresa Socialmente Responsable entraña mucho reconocimiento y beneficios, pero también una gran responsabilidad.
Vayamos por partes.
La Responsabilidad Social es un modelo de gestión y operación de las empresas y organizaciones sociales o académicas que funda su principal atención en el reconocimiento de los impactos que éstas generan en el medio ambiente; en sus trabajadores; en la manera en que se administran los negocios; en la comunidad en la que operan; y en cómo dan a conocer lo que realizan a quien está interesado en ello.
Al reconocer esos impactos, la empresa procura minimizarlos o resarcirlos cuando son negativos y potenciarlos cuando son positivos, mediante ejercicios de planeación estratégica y comunicación bilateral, en el que incorporan a todos sus grupos de interés, como los accionistas, los empleados, los clientes, los proveedores e incluso los competidores, entre otros.
Al llevar a cabo esos ejercicios de comunicación profunda, automáticamente obtienen información de vital importancia para su labor: lo que quiere el cliente; pero también se aclaran los puntos en los que hay que trabajar más para evitar un conflicto o deterioro laboral, social o ambiental, y por supuesto para llevar a cabo negocios desde una perspectiva ética.
Como toda esa información: tanto lo que se reconoce como lo que se hace para fortalecer o remediar esos impactos, debe además ser informada mediante procesos exhaustivos de rendición de cuentas, que se convierten en el siguiente paso que esperan los grupos de interés consultados, las empresas u organizaciones que le entran a este modelo se fijan objetivos reales y concretos para verdaderamente trabajar en esos temas, lo que hace propicia una verdadera transformación positiva.
Es un círculo virtuoso en el que ganan todos, tanto los accionistas que organizan mejor el negocio para obtener mayores resultados de sus inversiones; los empleados que al ser tomados en cuenta en el gobierno de la empresa mejoran su calidad de vida; la comunidad en la que opera y el medio ambiente que forma parte vital de la visión empresarial y la misma empresa que obtiene una mejor reputación por sus acciones llevadas a cabo con el consenso de todas las partes interesadas. Las empresas que son Socialmente Responsables, adoptan esa visión como parte de su propio ADN, porque es algo que va más allá de la filantropía o de las buenas ideas, porque se convierte en un ejercicio diario que a todos beneficia y que ya nadie quiere dar marcha atrás. Por eso primero, debe asumirse por los accionistas como un compromiso real y claro.
Luego, esas empresas, buscan cómo mejorar sus impactos, cómo hacerlos aún más provechosos, por eso la conformación de redes entre empresas y organizaciones socialmente responsables, porque es el siguiente paso para detonar esas prácticas.
El mismo viernes, pero más temprano, la Fundación Comunitaria LaRed2, A.C. -conformada por 17 empresas; un gremio (la Asociación de Agentes Aduanales); cuatro universidades y tres organizaciones de la sociedad civil; como una alianza intersectorial que pone la experiencia de cada quien en beneficio de la comunidad- echó a andar el primer Diplomado en Responsabilidad Social de la Región Laredo y dio a conocer públicamente su Plan de Trabajo para el 2014.
De los 25 asociados estuvimos presentes 17, refrendando ese compromiso; luego en el Diplomado, casi 60 asistentes de 21 empresas y organizaciones comenzamos un proceso teórico y práctico que nos transformará a todos.
Con esas acciones se intenta difundir ampliamente a la Responsabilidad Social como lo que es: un asunto de interés y beneficio para todos, pero además detonar proyectos directos en los que empresas, universidades y ciudadanos en general puedan participar para mejorar su entorno de manera efectiva y directa.
Sin embargo, los resultados van primero. Hoy tenemos cinco empresas con distintivo y el compromiso de muchas más por lograrlo de manera sistemática, incluso colectiva.
Hoy actuar bien por Nuevo Laredo inicia en nuestra casa, en nuestro entorno y en el lugar en el que trabajamos, porque en todas partes, tenemos mucho por mejorar.
José Leopoldo Lara Puente
Candidato a Doctor por la Universidad Complutense de Madrid, España, Leopoldo Lara Puente es un Notario Público tamaulipeco que se ha distinguido por ser promotor del capital social y del ejercicio de los ciudadanos en las acciones públicas. Fundador de diversas organizaciones de la sociedad civil y empresariales, actualmente es editorialista de un periódico de su localidad, desde donde nos comparte sus propuestas y experiencia ciudadana.