Las Fuertes lluvias que caen desde el pasado martes 11 de enero en la región montañosa del estado de Rio de Janeiro, distante 100 kilómetros de la ciudad capital, han causado más de 400 muertes y dejado a miles de personas sin hogar en cuatro ciudades en la región: Teresópolis, Petrópolis, Nova Friburgo y Sumidoro. La Defensa Civil no ha podido determinar aún el número de desaparecidos debido a las labores de búsqueda y rescate.
En la ciudad de Teresópolis, más de 2,000 viviendas han sido destruidas, con más de 150 cuerpos atrapados bajo los escombros, de acuerdo con autoridades locales y familiares de las víctimas. En la ciudad vecina de Nova Friburgo, donde los habitantes han estado sin energía eléctrica, servicios de telefonía o transporte por más de 48 horas, los cuerpos están siendo llevados al gimnasio de una escuela pública, que funciona como morgue.
Sin acceso por tierra, la región está siendo alcanzada a través de helicópteros y grupos especializados de búsqueda y rescate –algunos de los soldados y bomberos participantes tienen experiencia rescatando víctimas del terremoto en Haití y los trágicos derrumbes de Morro do Bumba, en la ciudad de Niterol (también en el estado de Rio de Janeiro), que dejó 40 personas muertas en enero 2010. También hay algunos grupos locales de voluntarios distribuyendo alimentos, medicinas y agua potable.
Debido a que el trabajo de identificación de cuerpos no ha sido completado, no hay información aún acerca del número de niños y niñas afectados por las fatales inundaciones.
Una historia que ha conmovido al Brasil es la de un bebé de seis meses de edad atrapado bajo los escombros por 15 horas sobre el regazo de su padre. Ambos fueron rescatados con vida de entre las ruinas, pero la madre del bebé no resistió y murió.
Uno de los sobrevivientes en la ciudad de Petrópolis dijo que “el cielo estaba oscuro, y había mucho viento, con agua y tierra bajando con una fuerza que arrastraba todo a su paso.
Mi amigo y yo fuimos envueltos por una ola, fuimos golpeados con fuerza y caímos al río. Yo me aferré a árboles, ramas y a los arbustos en la ribera del río, y gracias a Dios pude sobrevivir. No he visto a mis amigos, pero sé que Miguel, que estaba con nosotros, no pudo haber sobrevivido” dijo el joven de 23 años, mientras mostraba sus heridas a las cámaras de televisión presentes en la región.
Aunque las inundaciones no han afectado ningún Proyecto de Desarrollo de Área (PDA), Visión Mundial, que tiene programas en el estado de Rio de Janeiro, ha abierto un canal para recibir donaciones y ayuda para las víctimas de las inundaciones, y está planificando implementar Espacios Amigables para Niños en la región afectada. Estos espacios son lugares para juegos y actividades recreativas dirigidas a niños y niñas afectados por desastres naturales, donde pueden encontrar un espacio para expresar sus emociones y reconstruir su percepción positive de la vida.
Visión Mundial Brasil nace en 1975. Desde sus inicios ha beneficiado a 3,8 millones de brasileños, desarrollando proyectos sociales concentrados en las áreas más empobrecidas de todo el país. Dichos proyectos abarcan programas en salud, educación, desarrollo de la comunidad, agro ecología, Derechos Humanos, emergencias y rehabilitación.
Como parte de su misión, Visión Mundial de México pone a su disposición información de las zonas en que tiene presencia, así como contacto directo con el personal que labora en estas regiones con la única petición de mencionar la fuente. Visión Mundial de México es parte de la Confraternidad Internacional de World Vision, organización fundada en 1950 y que actualmente tiene presencia en cerca de 100 países en tres líneas básicas: Desarrollo transformador; Promoción de la Justicia y; Prevención, emergencia y rehabilitación para responder ante desastres y conflictos en las regiones que así lo requieran, independientemente de la religión, raza, grupo étnico o género. Lo anterior es lo que justifica nuestra presencia en países como Indonesia, Irak, Liberia, Chad entre otros.
Fuente: Comunicado de Prensa