Más que dotar a las escuelas de computadoras, porque ello no sólo tiene mayores costos, sino que hará poco para mejorar la calidad de la enseñanza, las naciones de América Latina y el Caribe pueden obtener mejores beneficios al dar capacitación a los alumnos para usar estos equipos, advierte el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El estudio Conexiones del desarrollo: impacto de las nuevas tecnologías de la información, que será lanzado el próximo mes, puntualiza que crear y mantener un laboratorio de computación en una escuela cuesta cerca de 23 dólares por alumno, muy por debajo de los 217 dólares por estudiante que representa pagar un programa que dota a cada niño de una computadora.
Según el último informe de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), correspondiente a la cuenta pública 2009, nuestro país autorizó pagos por conducto de la Secretaría de Educación Pública (SEP) por 4 mil 727 millones 491 mi pesos a empresas arrendadoras de Enciclomedia. Esto, aunque más de 6 millones de alumnos de quinto y sexto grados de primaria ni siquiera contaron con el equipo.
La investigación del BID revela que apenas 14 por ciento de los proyectos incluidos en la muestra se beneficiaron de la adopción de computadoras y herramientas de información, así como comunicación tecnológica en las clases.
Esto, mientras 57 por ciento de los proyectos obtuvieron beneficios parciales y 29 por ciento un beneficio mínimo al tener estos equipos tecnológicos para los alumnos en las aulas.
El coordinador del informe, Alberto Chong, indica que el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones puede ser muy costoso y excluir importantes programas alternativos que ya registran resultados significativos.
Los países, añade, no pueden pensar que van a mejorar el aprendizaje creando acceso a computadoras. La calidad en el uso es crucial.
Por ello, como elemento central del estudio, el BID establece que dotar a los centros educativos de más computadoras poco hará para mejorar la calidad de la enseñanza en América Latina y el Caribe, a menos que las naciones inviertan en la capacitación de los docentes y en el software educativo.
Recomienda a los gobiernos presupuestar recursos suficientes para la formación de maestros y desarrollar programas de software adecuados para los alumnos.
Con métodos estadísticos que por primera vez cuantifican en qué medida las tecnologías inciden en los resultados socioeconómicos de los proyectos en áreas como educación, salud, pobreza, medio ambiente y finanzas, el BID sostiene que hay incertidumbre en cuanto a los efectos potenciales de programas de amplia distribución de computadoras portátiles a estudiantes, para su uso en escuelas y en el hogar.
“Se necesitan más estudios para medir la efectividad de estas intervenciones. Los elementos de juicio obtenidos a la fecha indican que los programas que pasan por alto la formación de los docentes y el desarrollo de programas de software pueden producir bajos resultados.
Además, se determina que si los niños carecen de una supervisión constante de adultos en el hogar, pueden pasar más tiempo usando sus computadoras, en vez de hacer sus tareas o estudiar, concluye.
Fuente: La Jornada.unam.mx.
Reportero: Karina Aviles.
Publicada: 22 de abril de 2011.