Al 22 de agosto, la Humanidad ya ha consumido todos los recursos que el planeta es capaz de regenerar este año. El «Overshoot Day», también conocido como «Día del Sobregiro», se ha retrasado 3 semanas en comparación con 2019. La pandemia de COVID-19 ha obligado a reducir la actividad humana y esto ha dado un leve respiro al planeta, que sigue lejos de ser sostenible a este ritmo.
En 1970, la biocapacidad de la Tierra era más que suficiente para satisfacer la demanda anual de recursos humanos. Pero en el medio siglo transcurrido desde entonces, hemos superado constantemente a nuestro único planeta. La humanidad ahora consume alrededor del 60% más de lo que la Tierra puede producir en un año, lo que significa que necesitamos 1.6 planetas para sostenernos.
En 2019, ya habíamos gastado nuestro presupuesto de recursos de ese año el 31 de julio. Desde el primer Earth Overshoot Day (Día del Sobregiro en la Tierra) registrado por la Global Footprint Network, que ha estado calculando los impactos ecológicos mundiales y nacionales durante casi tres décadas, la humanidad ha sobrepasado su biocapacidad -definida como la «capacidad de los ecosistemas para producir materiales biológicos utilizados por las personas y para absorber el material de desecho generado por los seres humanos».
Pero debido al confinamiento mundial del coronavirus, el año 2020 ha cambiado la tendencia. Este año, el Earth Overshoot Day se ha retrasado por más de tres semanas hasta el 22 de agosto.
Las proyecciones apuntan a una reducción de casi el 15% de las emisiones de CO² (alrededor del 60% de la huella total) en 2020 como resultado de la disminución relacionada con la pandemia en el uso de combustibles fósiles en los sectores del transporte, la energía, la industria, la aviación y la vivienda. El cálculo global del Earth Overshoot, que utiliza datos de organizaciones como la Agencia Internacional de Energía, también incluye la producción forestal, que se redujo casi un 9%, y nuestra huella alimentaria, que se mantuvo estable.
¿Un planeta de miseria o prosperidad?
Según Mathis Wackernagel, fundador y presidente de la Global Footprint Network, la contracción de este año es bienvenida. Pero dice que el hecho de que sea accidental significa que no es sostenible.
La tragedia de este año es que la reducción de las emisiones de carbono no se basa en una mejor infraestructura, como mejores redes eléctricas o ciudades más compactas.
Necesitamos mover la fecha por diseño, no por desastre. No hacer nada, estar confinado en casa, ese no es el tipo de transformación que necesitamos. No es duradero.
Mathis Wackernagel
Para cumplir los objetivos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de limitar el calentamiento a 1.5-2 grados centígrados, la actual disminución de la curva de emisiones tendría que continuar al mismo ritmo durante la próxima década, señala Wackernagel. Sin embargo, en la actualidad, esto se está logrando mediante el sufrimiento económico y social.
El objetivo debe ser «ajustarse sistemáticamente al presupuesto físico del que disponemos», añadió el fundador de la Global Footprint Network, nacido en Suiza, y ganador del Premio Mundial a la Sostenibilidad 2018. «¿Quieres un planeta de miseria o un planeta de prosperidad?»
Wackernagel sostiene que el coronavirus es en sí mismo un reflejo del estrés ecológico.
Estas presiones que vemos como pandemias, como hambrunas, como cambio climático, como pérdida de biodiversidad, son todas manifestaciones de un desequilibrio ecológico.
Reducir las emisiones para el beneficio de todos
Un efecto secundario clave de las reducciones de emisiones causadas por desastres es el hecho de que «el dolor se va a distribuir de forma desigual«, según Wackernagel. Los grupos marginados, especialmente las personas de color, se han visto desproporcionadamente afectados por los «enormes impactos económicos» de la pandemia, dijo Sarah George, una reportera senior de Edie, una empresa de medios de comunicación del Reino Unido que promueve prácticas comerciales sostenibles.
Edie llevó a cabo su primer seminario web Earth Overshoot en 2019, con el objetivo de capacitar a las organizaciones para que reduzcan su huella de recursos mediante modelos de negocio que sean sostenibles para todos a largo plazo.
George dice que el webinar de este año, el 22 de agosto, también abordará el término equivocado difundido por algunos escépticos del clima de que un futuro verde y de bajo consumo sólo es posible bajo las privaciones de un encierro.
Han usado la situación para decir que el encierro es ‘lo que quieren los activistas verdes’, y que no podemos disfrutar de cosas como los viajes internacionales, el crecimiento económico, etc. en un futuro verde».
George
Pero después del cierre, George dice que el objetivo es crear un modelo de un solo planeta a través del cual las empresas puedan acoplar «mejores resultados económicos y sociales» con «menos emisiones y contaminación atmosférica«.
El Earth Overshoot Day se calcula tanto a nivel mundial como entre países individuales, y revela cómo las naciones desarrolladas están consumiendo la biocapacidad de la Tierra a un ritmo mucho más rápido.
En los EE.UU., donde el día del overshoot cae el 14 de marzo de este año, los ciudadanos necesitarán alrededor de cinco planetas para mantener su enorme huella ecológica. En Alemania el overshoot cae 50 días después, el 3 de mayo, pero aún así requiere dos planetas.
En Suecia vivimos como si tuviéramos alrededor de 4 planetas según WWF y Global Footprint Network, y más o menos lo mismo ocurre con toda la región nórdica.
Escribió la activista climática Greta Thunberg en octubre pasado cuando rechazó un premio ambiental del Consejo Nórdico con el argumento de que la gente en el poder debería en cambio «Adoptar la mejor ciencia disponible actualmente«.
Mientras que Escandinavia es conocida por su inversión líder en el mundo en energía renovable, y en la rápida electrificación del transporte como es el caso de Noruega, los datos de la Global Footprint Network muestran que el consumo individual sigue siendo altamente insostenible. Por el contrario, el puesto de avanzada socialista de Cuba, que sobrepasa el 1 de diciembre, es una de las pocas naciones que casi vive dentro de sus posibilidades.
En Australia, un país considerado como un gigante de la biocapacidad debido a su población relativamente pequeña y a sus vastos recursos naturales, está sufriendo un déficit de biocapacidad por primera vez en su historia tras los devastadores incendios de 2019-2020. El continente más seco del mundo agotó su capacidad ecológica el 30 de marzo de este año.
Una Australia devastada por el fuego ha demostrado, según un informe de la Global Footprint Network, «lo frágil que puede ser la biocapacidad«.
Con el cambio climático y la sobreexplotación de los recursos, imponemos una mayor demanda a los ecosistemas que son esenciales para la supervivencia no sólo de la humanidad, sino también de las especies silvestres.
La creciente demanda satisfecha por una biocapacidad menos robusta se convierte en una combinación peligrosa.
Dice el informe
Pero cualquier intento de adelantar la fecha hacia la compatibilidad con un planeta requerirá una reducción sistemática de nuestra huella ecológica de manera que también se ajuste a las restricciones de la ciencia climática.
Para Mathis Wackernagel, esto debe comenzar con el individuo, un principio que también es fundamental para luchar contra el coronavirus. «Si te proteges a ti mismo, proteges a todos«, dice.
