Instituciones públicas, universidades, y clubes privados, así como algunos hoteles de la Riviera Maya y Los Cabos, le han dicho adiós a los productos desechables de plástico y unicel, para darle la bienvenida a utensilios elaborados con materiales biodegradables como la caña de azúcar y el maíz.
Hugo Lona, responsable del área de Investigación y Desarrollo de Ecodegradables, indica que en México cada individuo genera un promedio de 920 gramos de basura al día, y gran parte de ésta está conformada por vasos y platos desechables.
Destaca que usar productos biodegradables tiene grandes beneficios, ya que reduce la contaminación de ríos y alarga la vida útil de los rellenos sanitarios.
Aunque el nicho de mercado aún es pequeño: «La gente está dispuesta a usar productos biodegradable siempre y cuando tengan un precio igual o menor que los otros; por el momento todavía no tenemos la tecnología para abatir los altos costos y ser competitivo en el mercado.
«Nuestros productos valen entre tres y cuatro veces más que los productos no biodegradables. Por ejemplo, una caja de vasos con mil piezas de plástico normal cuesta alrededor de 220 pesos, mientras que una de fibra de caña va desde los 80o pesos».
Rápida acción
Hugo Lona añade que entre los materiales que surten a sus clientes están las bolsas oxo-biodegradables, las cuales se reintegran a la naturaleza en un tiempo de tres a cinco años, contrario al polietileno, que le lleva hasta 100 años este proceso.
Acerca de los utensilios biodegradables, dice que pueden ser de polímeros a base de almidón de maíz o bagazo de caña de azúcar. Estos últimos son biodegradables en un plazo de 20 a 60 días bajo composta y de uno a dos años en basura orgánica o relleno sanitario.
Los hechos de polímero de maíz, de 30 a 90 días bajo composta y de dos a tres años en relleno sanitario.
Fuente: El Universal, Suplemento Empresas Socialmente Responsables, 18.
Reportera: Araceli Calva.
Publicada: Marzo 2011.