Ser un fanático de la ropa, las pasarelas y el glamour, puede significar también ser una persona sensata, prudente y cuidadosa de la vida. Actualmente, existe ropa elaborada con telas en cuya fabricación no se emplean químicos, ni fertilizantes, ni pesticidas. Las firmas que crean estas prendas orgánicas, además de proteger el medio ambiente, defienden los derechos humanos de sus trabajadores.
Las principales materias primas utilizadas son el lino, el algodón y las fibras vegetales, las cuales son tratadas posteriormente con tintes orgánicos. El cultivo de algodón orgánico ayuda a combatir las condiciones injustas en que algunas cadenas multinacionales mantienen a sus empleados, quienes cobran salarios insuficientes por exhaustivas jornadas de trabajo.
Además, el sembrado transgénico de esta semilla utiliza cantidades considerables de productos tóxicos que dañan, no sólo al entorno, sino a la salud de las personas que la cultivan.
Fuente: El Universal
