Por Gloria Marina Godínez
Fundadora y Directora de Operaciones, SustainLuum (www.sustainluum.com)
Actualmente estamos en un bucle que lleva hacia la degeneración de los sistemas que sostienen nuestras actividades y la vida de los seres que habitamos la Tierra. A pesar de que la economía lineal ha permitido generar un elevado capital económico, perpetuar prácticas convencionales y sistemas fragmentados ha dado pie a que las desigualdades económicas y sociales se multipliquen.
Como ejemplo está el sector agrícola mexicano. Se estima que, dada la competencia de exportaciones con países desarrollados, un trabajador en países en desarrollo obtiene una ganancia de menos de un dólar al día[1]. Los efectos negativos de la economía lineal también se reflejan en inequidades sociales graves como el trabajo infantil o una muy baja movilidad social. Este último indicador en México tiene un comportamiento desalentador: 74 de cada 100 personas que nacen en la pobreza se quedarán ahí toda su vida[2].
Sin embargo, la economía circular regenerativa puede revertir este bucle y llevarlo más allá de lo sustentable. La sostenibilidad representa el punto medio en el cual no hay daño, pero tampoco beneficio. En un sistema ideal, regenerativo, los recursos se usan eficientemente, manteniendo prácticas que no solo mitigan impactos negativos al ambiente, sino que fomentan mejoras sistémicas que nos permiten desarrollarnos dentro de los límites que el planeta nos ofrece.
La economía circular tiene como objetivo el rediseño del enfoque bajo el cual se produce valor en los sectores productivos y de servicios[1]. Dentro de este rediseño se replantea la forma óptima de usar y gestionar recursos y productos. El desarrollo económico logra reducir el impacto ambiental, implementa un enfoque de ciclo de vida e integra las externalidades a los procesos y acciones de las empresas y gobiernos. Y más aún, un co-beneficio asociado a la economía circular es la mejora de la calidad de vida de la sociedad a través de innovación social.
Pero la implementación de una economía circular sin duda generará cambios y reestructurará las relaciones comerciales, cadenas de valor y los flujos de materia prima entre países. Esto puede disminuir la demanda de productos generados por economías en desarrollo y generar impactos laborales que pondrán a los países en desarrollo en posiciones de vulnerabilidad.
Por ejemplo, aunque se espera que la economía circular logre crear al menos 6 millones de empleos globalmente hacia 2030, esto indirectamente llevará a la pérdida de otros trabajos por una menor demanda o por la obsolescencia de los productos de industrias lineales. Por eso la implementación de la economía regenerativa debe mantenerse en un esquema de transición justa, es decir, que los cambios en las dinámicas laborales y sociales no desencadenen un impacto negativo sobre los sectores menos favorecidos a largo plazo.
La economía circular entonces implica no solo una alternativa para mejorar el diseño de los productos y optimizar el uso de los recursos que ingresan a la cadena de valor con un enfoque de límites planetarios, sino también la oportunidad de mitigar los efectos negativos a la sociedad de la economía lineal que promueva la movilidad social con un enfoque de transición justa y de diseño regenerativo del modelo económico.
Al implementar una economía circular que incluya el aspecto social se busca la creación de valor para todas las personas que se encuentran dentro de la cadena de valor y aquéllas que se encuentran en su zona de impacto para fortalecer el sistema y asegurar su prosperidad a largo plazo.
Para desarrollar un modelo de negocio regenerativo dentro de una organización tenemos que hacernos las siguientes preguntas:
- ¿Qué beneficios genera mi empresa a la comunidad donde estoy establecido?
- ¿Cómo un modelo de economía circular con criterios sociales puede potencializar la percepción de mi empresa y los beneficios económicos generados a partir de ella?
- ¿Qué espero de una inversión social en mi comunidad y mis empleados?
- ¿Cómo una comunidad próspera, educada y sana se puede vincular al fortalecimiento de la empresa y su resiliencia en el largo plazo?
De forma concreta, la economía circular nos puede ayudar a avanzar de manera importante en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Específicamente el 9 (Industria, Innovación e Infraestructura) y el 12 (Producción y Consumo Responsables). Además, al implementarla con un enfoque social, puede generar beneficios en el Objetivo 5 (Igualdad de Género), el 8 (Trabajo Decente y Crecimiento Económico) y el 10 (Reducción de las Desigualdades).
La economía circular nos da a la sociedad y a las empresas la plataforma para generar una mejora en el sistema económico que puede favorecer de forma paralela el desarrollo social y crear oportunidades para mejorar su calidad y condiciones de vida a la vez que se mitigan los impactos ambientales generados en las actividades humanas.
Gloria Marina Godínez es Fundadora y Directora de Operaciones de la empresa de consultoría SustainLuum, enfocada en el diseño de estrategias de sustentabilidad con pilares de Cambio Climático y Economía Circular. Tiene más de 18 años de experiencia liderando proyectos de sustentabilidad, cambio climático y energía en el sector privado, agencias de desarrollo internacionales e instituciones de gobierno. Ha participado en más de 80 proyectos de reducción de emisiones de GEI en Latinoamérica, China, Pakistán y Mozambique.
[1] SustainLuum. (Noviembre de 2019). Introducción a la Economía Circular. Obtenido de SustainLuum: http://sustainluum.com/2019/11/24/noticia1/
[1] Mazoyer, M. (2016, Marzo 27). Agricultura, tierra de desigualdad. El País.
[2] CEEY. (2019). Informe Movilidad Social en México 2019. Ciudad de México: Centro de Estudios Espinosa Yglesias.