Para muchos de nosotros, la economía puede parecer algo ajeno y alejado de nuestro día a día.
Quizá nos acordamos de algunas cosas que vimos en la universidad, pero realmente ¿cómo se relaciona la economía con nuestra vida diaria?
Especialmente cuando hablamos de emprendimiento social, podríamos pensar que lo que estudia la economía puede estar lejos de nuestro trabajo enfocado para crear impacto.
Esto claro, hasta que conocemos el concepto de la economía del comportamiento.
Una de las razones por la que la economía tradicional nos parece a veces tan ajena, es que su planteamiento de «todos los consumidores son racionales», parece fallar continuamente para explicar lo que sucede en el mundo, especialmente lo que sucede con las decisiones de las personas.
Es por esto, que la economía del comportamiento plantea una propuesta distinta de estudiar los fenómenos del día a día.
Actualmente en México está comenzando el estudio de esta rama económica, incluso se ha creado el Instituto Mexicano de la Economía del Comportamiento (IMEC).
¿Qué es la economía del comportamiento?
Según el Instituto, la economía del comportamiento es:
“La ciencia que se encarga de entender y modelar las motivaciones intrínsecas de las personas. La economía del comportamiento opera en donde se juntan la Teoría Económica Convencional y la psicología, para lograr un mejor entendimiento de las personas. Sin embargo, el poder de la economía del comportamiento no está en entender, sino en utilizar este entendimiento para mejorar el diseño de productos, servicios y políticas públicas.”
Esto se logra a través del re-diseño del entorno físico o mental, para facilitar la toma de decisiones de las personas.
¿Qué significa esto?
Significa que se estudia la forma en cómo nos comportamos y reaccionamos a lo que sucede a nuestro alrededor, con el objetivo de poder usar eso para crear soluciones y mejoras a nuestra vida.
¿Cómo se relaciona la economía del comportamiento al emprendimiento social?
Uno de los principales enfoques de esta rama de la economía es crear soluciones a problemas sociales y uno de los ejemplos más comunes es que un estudio de economía del comportamiento ayudó a entender cuáles eran las principales motivaciones para que la gente ahorrara en el consumo de agua.
Los resultados del estudio dieron pie a varias propuestas, una fue que el recibo del agua tuviera un ranking de utilización que tenía cada persona con respecto a sus vecinos.
Cuando una persona se veía abajo de la lista debido a que consumía más agua, su comportamiento competitivo lo(a) llevaba a querer consumir menos para estar mejor posicionado en el ranking.
Esto eventualmente llevaba a un mayor ahorro de agua de parte de las personas, logrando poner finalmente una solución a un problema social enorme que durante años gobiernos, empresas y muchas organizaciones han tratado de resolver sin éxito.
El Instituto Mexicano del Comportamiento dice:
“La economía del comportamiento está cambiando la forma en que se atacan los problemas en el mundo. Desde cómo se diseñan los programas de ahorro para el retiro, hasta la forma en que se presenta la información de un producto o servicio. Hoy en día, se está empezando a retomar la idea de que la innovación no se trata únicamente de diseñar nuevos productos, sino de cambiar comportamientos.”
La economía del comportamiento en México
Hasta hace un par de meses no había mucho en México sobre este tema, afortunadamente, hoy existen varias iniciativas que nos pretenden acercar estas nuevas herramientas.
NUDO es la primera agencia de economía del comportamiento totalmente mexicana, y está trabajando con diferentes organizaciones para ayudarlas a comprender mejor los problemas a los que se enfrentan, y así juntos, lograr mejores soluciones.
NUDO es quien ha impulsado la creación del Instituto Mexicano de la Economía del Comportamiento (IMEC), que se define como:
“El primer Think-Tank, especializado en divulgar y aplicar las ciencias del comportamiento a la solución de problemas sociales en México. Somos un grupo de economistas del comportamiento, sociólogos, psicólogos y abogados, con experiencia en el estudio y la aplicación de las ciencias del comportamiento.
Nuestro principal objetivo es el de sacar a la economía del comportamiento y sus hallazgos del entorno académico, para llevarlo a las manos de los emprendedores y aquellas personas que están trabajando en diseñar las soluciones a los problemas de mañana.”
Puedes conocer más de NUDO y la economía del comportamiento escuchando la entrevista que tuve con sus fundadores Emiliano Díaz y Carlo Del Valle en mi podcast Disruptivo:
La guía para la economía del comportamiento
Además, el pasado jueves 14 de abril se llevó durante el lanzamiento oficial del Instituto Mexicano de Economía del Comportamiento (IMEC) que se llevó acabo en el Centro de Innovación de BBVA, se lanzó la primera Guía de la Economía del Comportamiento.
Emiliano Díaz, director del Instituto junto con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y la Asociación Mexicana de Agencias de Inteligencia de Mercados (AMAI), presentaron la primera serie de manuales que componen la guía, los cuales se pueden obtener de manera gratuita a través de su sitio web www.ecomportamiento.org.
Hoy se puede descargar el primer manual, enfocado a la aplicación de hallazgos de las ciencias del comportamiento a mejorar el diseño de políticas públicas, mientras que julio y noviembre marcan los lanzamientos de los manuales de comportamiento del consumidor y finanzas conductuales o Behavioral Finance.
Ahora, afortunadamente la economía del comportamiento está mucho más cerca de los emprendedores sociales mexicanos, y vendrá a ser una importante herramienta para crear nuevos negocios de impacto.
Fuente: Entreprenaur