Han pasado casi 300 años desde que George Washington se coronó como el primer presidente de EE.UU. Su legado marcó una pauta en dicho país, pero todo lo contrario sucedió con el mandatario número 45: Donald Trump.
Trump no solo ha enfrentado demandas por incitación a la insurrección, promovido la supremacía blanca y dado discursos racistas, ha puesto al planeta en riesgo.
Tanto fue el daño durante su período presidencial que aunque EE.UU. regresa al Acuerdo de París este 2021, la realidad es que no hay tiempo de celebrar.
Un grave error la salida de EEE.UU.
El objetivo central del Acuerdo de París es reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático manteniendo el aumento de la temperatura mundial en este siglo muy por debajo de los 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar aún más el aumento de la temperatura a 1,5 grados centígrados.
La salida de EE.UU. del Acuerdo de París significó que durante cuatro años no se hicieran avances en el rubro, en un momento en el que no es posible perder el tiempo.
Lo que ha traído como consecuencia que las conversaciones internacionales de este año sean la «última y mejor esperanza» de evitar un calentamiento global catastrófico, de acuerdo con el enviado climático de Estados Unidos, John Kerry.
EE.UU. regresa al Acuerdo de París
Con información de The Guardian, el viernes Estados Unidos regresó oficialmente al acuerdo climático de París, 107 días después de que se fuera a instancias del expresidente Donald Trump. Joe Biden se movió para revertir esto en su primer día en el cargo y Kerry admitió que Estados Unidos está regresando «con mucha humildad, por la agonía de los últimos cuatro años».
Este es un día significativo, un día que nunca tuvo que suceder. Es muy triste que nuestro presidente anterior, sin ninguna base científica o justificación económica legítima, decidiera sacar a Estados Unidos. Nos lastimó y lastimó al mundo.
John Kerry a Al Gore, el ex vicepresidente de Estados Unidos, en una conversación filmada en la víspera del reingreso.
La administración busca retomar el manto de liderazgo en un momento en el que casi todos los países están luchando por emprender los rápidos recortes de emisiones necesarios para evitar el desastroso calentamiento global de 1,5 ° C.
¡No hay tiempo de celebrar!
Según el último un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), durante el último año computado (2018), el mundo batió todos los récords registrados en la historia de la humanidad de concentración de CO2 en la atmósfera.
La concentración alcanzó en 2018 las 407,8 partes por millón (ppm), lo que supone casi un 47% más que el nivel preindustrial, antes de 1750.
De acuerdo Global Carbon Project —un proyecto científico que mide las emisiones de todo el planeta dividido por estados, apoyado y financiado por Naciones Unidas— durante 2019 las emisiones de CO2 a la atmósfera (el principal de los gases de efecto invernadero) crecieron un 0,6%, en 2020.
Y los países que lideran la problemática son:
- China, con más de 10.065 millones de toneladas de CO2 emitido.
- Estados Unidos, con 5.416 millones de toneladas de CO2.
- India, con 2.654 millones de toneladas de CO2.
- Rusia, con 1.711 millones de toneladas de CO2.
- Japón, 1.162 millones de toneladas de CO2.
- Alemania, 759 millones de toneladas de CO2.
- Irán, 720 millones de toneladas de CO2.
- Corea del Sur, 659 millones de toneladas de CO2.
- Arabia Saudita, 621 millones de toneladas de CO2.
- Indonesia, 615 millones de toneladas de CO2.
La cruda realidad es que Kerry afirma que ninguno de los principales emisores del mundo, incluidos China, India y la UE, está haciendo lo suficiente y que las conversaciones clave de la ONU sobre el clima a finales de este año en Glasgow, Escocia, brindan la «última y mejor esperanza que tenemos» para que el mundo siga adelante para evitar un cambio climático desbocado.
La reunión de Glasgow
La reunión de Glasgow conocida como COP26, de la que se esperan consensos definitivos para impulsar la acción contra el cambio climático, iba a tener lugar en Glasgow, Escocia en noviembre de 2020, sin embargo, el Secretario General respaldó el aplazamiento en vista del avance del COVID-19 para suprimir el virus y salvaguardar vidas.
De acuerdo con el ministro británico de Empresas y presidente de la COP26, Alok Sharma, en un comunicado, con las nuevas fechas para la COP26 acordadas, trabajaría con sus socios internacionales en una hoja de ruta ambiciosa para la acción climática global hasta noviembre de 2021.
El aplazamiento de esta reunión, sumada a las consecuencias del retiro de EE.UU. del Acuerdo de París y la situación global en el tema, hace que la reunión de Glasgow adquiera mayor importancia, compartió Kerry, exsecretario de Estado de Estados Unidos.
Estamos en el momento más crítico en el que tenemos la capacidad de definir la década de los 20 que nos hará o nos romperá para llegar a cero carbono neto en 2050.
John Kerry a Al Gore, exsecretario de Estado de Estados Unidos.
¿Qué necesitamos hacer ahora que EE.UU. regresa al Acuerdo de París?
Kerry sostiene que es necesario que los países definan en términos reales su hoja de ruta para los próximos 10 años y los próximos 30 años. De igual forma que el uso de carbon debe eliminarse mucho más rápido, junto con una eficaz escalada de vehículos eléctricos y energía renovable, y que espera «construir algunas coaliciones nuevas y abordar esto de una manera efectiva».
El enviado de Estados Unidos para el clima comentó que se había acercado a los líderes a favor de los combustibles fósiles en Brasil y Australia, que han tenido algunas diferencias con ellos, pero que no han logrado estar completamente en la misma página.
Durante los últimos cuatro años, hubo muchas ocasiones en las que muchos de nosotros pensamos que el fracaso de esta empresa puede basarse en una palabra: Trump. Pero el régimen climático internacional sigue en pie.
John Kerry a Al Gore, exsecretario de Estado de Estados Unidos.
Si bien las emisiones en todo el mundo de fábricas, aviones y automóviles se redujeron drásticamente el año pasado debido a los bloqueos relacionados con la pandemia, ya hay signos de un regreso fuerte que corre el riesgo de sobrepasar los límites de temperatura acordados y desencadenar un empeoramiento de las olas de calor, inundaciones, tormentas y disturbios sociales.
La ventana de tiempo cada vez más estrecha para evitar el colapso climático significa que solo hay un breve aplauso por el regreso de Estados Unidos al Acuerdo de París, el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo.
Es bueno tener a Estados Unidos de vuelta en el Acuerdo de París, pero lamentablemente no tenemos tiempo para celebrar.
La crisis climática se está agravando y este es el año en el que necesitamos que todos los principales contaminadores den un paso adelante y entreguen planes más sólidos para lograr un futuro seguro, limpio y próspero para todos.
Laurence Tubiana, embajadora de cambio climático de Francia y artífice clave del Acuerdo de París.
El nuevo compromiso de EE.UU.
Estados Unidos emitirá un nuevo compromiso de reducción de emisiones antes de la cumbre del 22 de abril convocada por Biden con otros países emisores importantes y Tubiana dijo que este objetivo debería ser «al menos» una reducción del 50% de los gases de efecto invernadero para 2030, desde los niveles de 2005.
Estados Unidos, bajo Barack Obama, prometió un recorte del 26% para 2025 y llegó a la mitad de camino hacia este objetivo antes del brote de COVID-19.
Una coalición de casi 200 grupos ambientalistas y humanitarios ha instado a la administración Biden a ir más allá del acto en gran parte simbólico de reunirse con el Acuerdo de París contribuyendo con miles de millones de dólares para ayudar a defender a los países más pobres vulnerables a los impactos climáticos y “liderar con acciones en lugar de solo palabras”.
La crisis climática es una carrera contra el tiempo, y Estados Unidos apenas está llegando a la línea de partida después de años de inacción.
Como el mayor contaminador histórico del mundo, Estados Unidos debe tomar su parte justa de acción climática robusta tanto en el escenario nacional como global.
Jean Su, director de justicia energética del Centro para la Diversidad Biológica.
EE.UU. regresa al Acuerdo de París, pero por si pensábamos ese hecho mejoraría radicalmente nuestro panorama, la respuesta es: no, hay que trabajar más duro y con mayor rapidez.