Efecto Verde, una empresa en pro del medio ambiente urbano

Cambiar la imagen urbana y eliminar los efectos que detonan los diferentes materiales en las construcciones de las urbes, son algunos de los objetivos de Efecto Verde, una empresa que surgió a partir del tema de tesis de maestría de Antonio Flores, su fundador y director general.

El proyecto consistía en la regeneración ambiental del Valle de México a partir del “reverdecimiento“ de azoteas.
Para el 2030 su meta es reverdecer al menos 40% de la zona.

“Existe la necesidad de combatir el fenómeno de isla de calor. Nuestra propuesta pretende cambiar y mejorar la imagen urbana”, dijo Flores. Para lograrlo, la empresa provee azoteas de edificios privados o públicos con grandes macetas de plástico, plantas y un sistema de autorriego a partir del reuso del agua de lluvia.

Efecto Verde se ha divido en dos partes para ser sustentable por un lado, se presenta como una asociación civil no lucrativa con conciencia ecológica y, por el otro, es una empresa que genera un producto cuyos ingresos se reinvierten para que pueda crecer.

La meta del fundador es ser sustentable durante todo el proceso, no sólo que el producto final lo sea. Es por esto que acuden a donaciones monetarias y en especie como, por ejemplo, residuos que son reciclados para la producción de grandes macetas de plástico (100% reciclado).

Además, su producto tiene un precio competitivo, está fabricado en México, es viable en cuestiones técnicas y cualquier persona lo puede usar.

Para ellos, ser sustentable ha sido un reto, ya que tuvieron que hacer estudios específicos para determinar el proceso que se utilizaría en cada fase de su producción, así como el impacto social y ecológico que tendría.
“Ser una empresa sustentable requiere de tiempo, ya que hay que estudiar diferentes ámbitos durante la producción”, admitió el Director General.

Agradece el apoyo que recibió de otras instituciones como la Secretaría de Finanzas, Secretaría del Medio Ambiente, Fomento Ecológico Banamex, HSBC; alianzas con instituciones educativas para el conocimiento del tipo de plantas a utilizar como el Jardín Botánico de la UNAM, la Universidad Iberoamericana y apoyo técnico de arquitectos de ciertos edificios donde querían implementar su idea.

Para quienes desean tener una empresa sustentable, Flores sugiere que hay que creer en la sostenibilidad por convicción y no sólo por moda o para atraer a más consumidores. Ante todo, revela, es básico informarse de las tendencias y opciones a nivel mundial.