De acuerdo con CNN, un ejecutivo de Nike se disculpa por un delito de hace más de 50 años, Larry Miller cometió un asesinato cuando él era un adolescente y ahora busca redención a través de las oportunidades que se le han dado.
Las décadas transcurridas se vieron empañadas por el hecho de que Miller mantuvo en secreto su pasado delictivo mientras ascendía en la escala empresarial, sobre todo al frente de la marca Jordan en Nike, así como de la franquicia de la NBA, Portland Trail Blazers.
La condena indiviudal
El ejecutivo contó que sufrió migrañas y pesadillas debilitantes hasta que decidió abrirse sobre toda su vida, no solo la parte vivida en el ojo público.
Tenía unas migrañas increíbles y estoy seguro de que todo eso era por intentar aguantar todo esto y estar preocupado porque saliera a la luz. Siempre había esta tensión y este miedo de que de alguna manera esto va a salir y va a arruinar todo lo que he construido hasta este punto.
Larry Miller, ejecutivo de Nike.
La tensión se disipó cuando escribió un libro sobre la extraordinaria historia de su trayectoria personal y profesional, y espera que el hecho de hablar de su redención ofrezca una nueva forma de ver a las personas que han estado encarceladas.
La esquina de la 53 con Locust es el lugar donde cometió el peor acto de su existencia: quitarle la vida a otro. Al contar su experiencia a los medios de comunicación y en el libro Jump: My Secret Journey from the Streets to the Boardroom, piensa que tal vez pueda llegar a un niño y evitar que haga algo de lo que se arrepienta, o mostrarle a una persona encarcelada que hay vida después de la cárcel.
Acerca del incidente
La noche del 30 de septiembre de 1965, él y otros jóvenes se adentraron en el territorio de una banda rival cuando vieron a otro adolescente, un completo desconocido. Miller se acercó a él, lo acusó de pertenecer a cierta pandilla, le disparó en el pecho y se marchó.
Miller y sus amigos fueron capturados por la policía a poca distancia, antes de que pudieran hacer más daño. Aunque el ejecutivo asegura no recordar mucho, el crimen que cometió se ha hecho muy conocido en el oeste de Filadelfia.
Cuando CNN, se adentró al barrio en el que sucedió todo, un hombre se detuvo y gritó. «¿Se trata de Larry Miller y mi tío? Soy el sobrino de Edward White».
Edward David White fue la víctima de Miller, tenía 18 años, era padre de un niño de 8 meses y venía otro bebé en camino. Volvía a casa del trabajo, dijo su familia, y no tenía vínculos con las bandas.
Tyrone Kegler nunca conoció a su tío abuelo: había nacido mucho después del asesinato. Todavía vivía en el mismo lugar, pero se sorprendió al encontrarse de repente con el hombre que había causado tanto dolor a su familia, tanta agitación, durante tanto tiempo.
Estoy temblando … Esta historia nos ha abierto una lata de gusanos, no esperábamos esto
Tyrone Kegler, sobrino de Edward David White.
Ejecutivo de Nike se disculpa
Miller reconoce que debería haberse puesto en contacto antes. Y quiere seguir enmendando sus errores.
Definitivamente, estamos tratando de conectar con ellos y asegurarnos de que se sientan curados por esto[…]. Para mí, si podemos encontrar una forma de conmemorar al señor White, para que no sea alguien olvidado, sería positivo.
Larry Miller, ejecutivo de Nike.
Él se ha reunido con los familiares de White en dos ocasiones, según Ronald Marrero, un abogado que representa a la familia y que organizó las reuniones en su despacho.
Marrero dijo que el ejecutivo de Nike se disculpa por no haberse puesto en contacto con ellos antes de publicar el libro. Barbara Mack, la hermana de White, dijo que lo perdonó, explicando: «Debo perdonar para ser perdonada».
Bendiciones
Gran parte del tema del nuevo libro son las segundas oportunidades que se le dieron —y que aprovechó al máximo— después de ir a la cárcel por el asesinato de White.
Su redención no fue ni mucho menos inmediata. Aunque fue procesado como adulto, solo cumplió 4 años y medio antes de ser liberado. Dice que encontró un nuevo propósito con la Nación del Islam.
Pero fue enviado de nuevo a prisión cuando trató de conseguir dinero para la organización mediante robos a mano armada, extorsión y venta de drogas, a pesar de que todo eso va en contra de las enseñanzas religiosas.
Entonces tuvo descansos, que él llama «bendiciones». Fue sancionado con solo nueve meses de prisión por violar su libertad condicional por el asesinato de White. Y se ordenó que sus sentencias por los robos se ejecutaran al mismo tiempo en lugar de una tras otra.
Pudo reanudar sus estudios, primero dentro de la prisión gracias a las becas Pell disponibles para los reclusos y luego en un programa de liberación diurna para asistir a la universidad.
«Eso fue lo que realmente me hizo empezar a creer que podía cambiar mi vida[…]. Iba a aprender a salir del estilo de vida que llevaba en las cosas que hacía y que iba a darle a la educación la oportunidad de cambiar mi vida», asegura Miller.
Problemas para el ejecutivo de Nike
Miller era inteligente, impulsivo y tenía el objetivo de trabajar en una de las principales empresas de contabilidad. Estaba a un apretón de manos de eso con una oferta lista por parte de un gerente de contratación de una importante firma, cuando compartió por primera vez la historia de su condena por asesinato.
La oferta nunca llegó porque reveló su crimen, dice. Así que decidió que su pasado también debía desaparecer. No mentiría, pero tampoco se sinceraría del todo.
Y funcionó, cuenta que en la solicitud de la empresa Campbell Soup simplemente le preguntaron si había sido condenado por un delito en los últimos cinco años, por lo que pudo decir sinceramente que no.
Muchos de sus trabajos posteriores no requerían formularios de solicitud, sino que se acordaban con un apretón de manos.
Sin embargo, hubo momentos en los que sintió un miedo atroz por su secreto, seguidos de un alivio temporal, como cuando se sometió a un control de antecedentes para aceptar una invitación a cenar de la Casa Blanca de Clinton. De alguna manera, pasó la prueba y se encontró sentado junto a la primera dama Hillary Clinton para hablar de temas laborales chinos.
Un ejemplo de superación
Los terrores nocturnos de Miller sobre su pasado llegaron a su punto álgido cuando se convirtió en presidente de los Portland Trail Blazers, entonces llamados a menudo los Blazers de la Cárcel por los encontronazos que los jugadores tenían con la ley. Pero, aun así, su delito se mantuvo en privado, algo que reconoce que es poco probable que ocurra en la era de Google y los registros electrónicos.
«Me preocupaba todo el tiempo que pudiera salir a la luz. Y eso es lo que estoy seguro de que estaba causando los dolores de cabeza y las pesadillas, porque una vez que empecé a compartir con mi hija, y empecé a hablar con ella sobre todo esto, y a sacarlo a la luz, las pesadillas pararon, las migrañas pararon. Y sé que eso fue simplemente dejar salir esto», destaca.
Mientras se preparaba para romper su silencio, recurrió a quienes conocía por haber dirigido la marca Jordan en Nike: el cofundador de Nike, Phil Knight, el comisionado de la NBA, Adam Silver, y el propio Michael Jordan.
Comenta que todos ellos lo apoyaron en su decisión de hablar ahora con la esperanza de evitar que otro adolescente caiga en la delincuencia, de alentar a alguien que haya salido de la cárcel a dar un giro a su vida, o de animar a los empresarios a mirar más allá de los antecedentes penales.
Familia White
Miller asevera que pensaba todos los días en el joven al que mató, pero que tenía que apartarlo de su mente, por miedo a que le paralizara, y concentrarse en sí mismo y en su propia inteligencia y capacidad para salir adelante.
Siempre aparecía. Pero siempre pude dejarlo en el fondo de mi mente y tratar de hacer algunas cosas positivas para ayudar a compensarlo.
Larry Miller, ejecutivo de Nike.
También ha expresado que le gustaría honrar a White de alguna manera después de que el ejecutivo de Nike pidiera una disculpa. He tenido décadas de éxito, pero nunca había tendido la mano a los que dejé devastados hasta ahora.
La familia de White le ha pedido que establezca una beca para los estudiantes del West Philadelphia High School, a la que Edward acudía. «La familia espera que el señor Miller esté realmente arrepentido y que las acciones ejemplifiquen aún más ese remordimiento al seguir con la beca en honor a Edward David White».
Cuando se le pregunta cuál es la esencia de las memorias de su vida, lo primero que el autor contesta es «redención». La historia de Miller ofrece no solo esperanza, sino un camino para salir de un ciclo de violencia.
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