A casi dos años del Dieselgate, donde Volkswagen fuera señalada por truquear motores de diésel para que las emisiones de carbono reales, no fueran distinguidas, Jörg Kerner, directivo de Porsche, el fabricante de coches deportivos y filial de Volkswagen, fue detenido en Alemania por ser un presunto implicado en el escándalo.
Jörg Kerner, directivo de Porsche, el fabricante de coches deportivos y filial de Volkswagen, fue detenido en Alemania por ser un presunto implicado en el escándalo Diéselgate
Diarios internacionales aseguran que Kerner fue arrestado a petición de la Fiscalía de Stuttgart y se encuentra en prisión preventiva por riesgo de fuga. El organismo judicial alemán cree que jugó un papel «clave» en el caso del software instalado en vehículos diésel que alteraba las emisiones de óxidos de nitrógeno cuando detectaba que estaba siendo objeto de pruebas de laboratorio.
Hace unos días, se ordenó el registro de instalaciones de la fábrica automovilística en el sur de Alemania ya que se considera que podría estar implicado alguien del consejo de administración, un alto directivo de la firma automovilística y un exempleado de la empresa.
Actualmente, la Fiscalía de Stuttgart se encuentra investigando la publicidad fraudulenta sobre las emisiones de los coches diésel de Prosche.
Cabe mencionar que también han sido inspeccionadas las oficinas de Audi en Ingolstadt y Neckarsulm.
Durante el 2017, la sede de Audi fue investigada por la Fiscalía de Múnich en busca de información acerca del uso del software que alteraba las emisiones de los vehículos durante los exámenes en laboratorio.
De acuerdo con información de El País, después de que estallara el escándalo de las manipulaciones ilegales de gases tóxicos en septiembre de 2015 y que afectó a la reputación de Volkswagen en el mundo —además de pasarle una factura multimillonaria por compensaciones en EE UU— la fiscalía alemana había realizado registros las oficinas de Volkswagen, Audi, BMW, Daimler y Porsche.
Desde el 2017, Porsche estaba siendo investigado cuando la fiscalía anunció que había abierto una línea de investigación contra la automotriz, por presunta manipulación de las emisiones de gases y entre los delitos que perseguía se encontraban los de “fraude y publicidad ilegal”.
Diéselgate
En 2015, Volkswagen reconoció manipular millones de automóviles para simular, en pruebas de laboratorio, emisiones contaminantes menores a las reales.
Según la versión oficial de Volkswagen, la junta directiva se enteró de la manipulación en septiembre de 2015, pero posteriormente salieron a la luz versiones de que el tema fue tratado a finales de julio en una reunión de alto nivel en la que se barajaron diferentes opciones sobre cómo reaccionar ante las autoridades de Estados Unidos, que destaparon el engaño.
La responsabilidad de los ejecutivos de Volkswagen es investigada en Alemania por la fiscalía de la ciudad de Brunswick. Los fiscales elevaron cargos contra 31 personas.
El dieselgate, como fue bautizado el gran fraude en Estados Unidos, ha costado al mayor productor de automóviles del mundo miles de millones de euros por pleitos legales y multas. El grupo con sede en Wolfsburgo también afronta causas penales y uno de sus ejecutivos en Estados Unidos cumple prisión preventiva.
