Hace menos de diez años que Paul Tasner era director de operaciones de una empresa de productos de consumo en San Francisco, después de cuarenta años de labor lo decidieron liquidar.
Sin embargo, esto no lo detuvo y decidió que era momento para comenzar a emprender. Así que creó PulpWorks, una compañía que se enfoca en convertir desperdicio biodegradable en empaques para uso comercial fáciles de abrir y reciclar.
El ingeniero Paul Tasner, con más de 70 años de edad tiene como patennte un material alternativo de plástico conocido como Karta-Pack: el cual reemplaza el blister de plástico tóxico, peligroso y ubicuo de ciertas envolturas, por fibra de bambú comprimida.
En su TED Talk, Tasnet dijo que él quería construir su propio negocio, “diseñar y fabricar con residuos embalajes biodegradables, con papel y residuos agrícolas e incluso textiles, reemplazando los tóxicos envases de plástico desechables a los que nos hemos vuelto adictos”.
Es por ello que comenzó a buscar una inversión o un financiamiento: “Si uno va en busca de financiamiento, por lo general compite contra gente muy joven de la industria de alta tecnología, algo que puede ser muy desalentador e intimidante. Tengo zapatos más viejos que la mayoría de esas personas”.
Para él, la idea de crear un modelo de negocio atractivo para las compañías y que ofreciera una solución para el grave problema de contaminación y basura en el planeta, nació de su experiencia en ingeniería y su pasión por el medio ambiente. Sin embargo, era algo que requería de mucho dinero.
Es por ello que después de ser despedido de la empresa, el ingeniero se puso en contacto con Elena Olivari, una arquitecta dedicada a la sostenibilidad. Entre los dos fundaron PulpWorks con una inversión inicial de $25 mil dólares para crear el primer prototipo.
Fue después de haber ganado más de 10 premios y reconocimientos, como el premio del Programa Ambiental de Las Naciones Unidas en el 2017, que Tasner y Olivari lograron recolectar la cantidad de $17 millones de dólares en inversiones.
Tras ello, comenzaron con la construcción de la fábrica de producción para Karta-Pack.
Tras observar a su esposa lidiar en abrir un empaque de plástico grande, Taster comenzó a idear la creación de empaques biodegradables.
Por ello, Tasner decidió diseñar un prototipo que no solo fuera reciclable, también muy fácil de abrir al reducir el volumen del empaque.
Dicho modelo de negocios pasó de ser una idea ambientalista a una empresa valuada en millones de dólares. Tanto que tal prototipo incluye el trabajo de ingenieros, diseñadores industriales, diseñadores gráficos, y un equipo de marketing.
Cabe mencionar que PulpWorks distribuye material de ensamble a compañías en Europa, Asia, África, y América del Norte.
La historia de Tasner es el ejemplo ideal de superación, innovación y liderazgo donde él logra romper con una imagen errónea acerca del emprendimiento: adolescentes programadores en Sillicon Valley. Su empresa es motivo de admiración no solo por su conveniente modelo de negocios , sino también para ofrecer una solución a un problema ambientalista.
¿Será posible que este modelo impacte a todo el mundo? ¿Cómo crees que le beneficiaría a tú país?