La fiscalía de Naterre abrió ayer una investigación por la presunta financiación ilegal de la campaña presidencial de Nicolas Sarkozy en 2007. La medida es consecuencia de las declaraciones de la contable de la principal accionista de L’Oréal, que relató los pagos. La izquierda francesa ha exigido al presidente de la República que reaccione y actúe ante las dimensiones del escándalo.
Las comprometedoras y detalladas revelaciones de la ex contable de la millonaria Liliane Bettencourt sobre la financiación ilegal de la campaña electoral de Nicolas Sarkozy, tachadas de calumnias por el Elíseo pero que el martes desataron una auténtica e incontrolable tormenta política en Francia, no se van a quedar en puros testimonios: la Fiscalía de Nanterre va a abrir una investigación sobre estas afirmaciones, según detalló ayer el fiscal de esta localidad cercana a París, Philippe Courroye.
El presidente de la República Nicolas Sarkozy solo piensa en cómo salir del atolladero político en el que se encuentra. Su cuestionadísimo ministro de Trabajo y tesorero de su partido, Eric Woerth, peregrina de acto en acto y de televisión en televisión pregonando, cada vez más nervioso, que no va a dimitir; los sabuesos de la policía financiera francesa van a intentar aclarar si es cierto, tal y como afirma la contable, que 150.000 euros de dos cuentas bancarias (una francesa y otra suiza) de Bettencourt, en billetes metidos en un sobre, fueron a parar en una cena a las manos de Woerth. Procedían de Patrice de Maistre, gestor del dinero de la anciana millonaria, que heredó el imperio L’Oréal. Por lo pronto, la policía ya ha descubierto parte de la huella del dinero, la de los 50.000 euros extraídos de una cuenta de París, lo que demuestra que, de momento, los detalles aportados por la contable concuerdan.
El lunes, Claire Thibout relató, primero a la policía y luego, ya por la noche, al periódico digital Mediapart, cómo el gestor de la fortuna de Bettencourt le pidió, en marzo de 2007, que sacara del banco 150.000 euros. La ex contable le contestó, primero, que no tenía autorización para eso, que ella solo podía extraer 50.000 y después le preguntó a De Maistre que para qué los quería. «Bueno, es para financiar la campaña presidencial de Sarkozy. Y 50.000 euros no son bastantes», asegura Thibout que le respondió el gestor, que con todo, le rogó que se acercara al banco. «Así que me fui a la agencia de siempre, la que está en la avenida de la Grande-Armée, saqué los 50.000 euros y se los di a Liliane Bettencourt, que a su vez entregó el sobre, delante de mí, a De Maistre (…) Me acuerdo de la fecha de esa operación destinada a la campaña de Sarkozy: el 26 de marzo de 2007». Así lo precisó la contable a la policía y a los periodistas de Mediapart. Ayer, la policía financiera corroboró estos datos: hubo una retirada de dinero (los 50.000 euros a los que estaba autorizada la contable), en esa agencia bancaria del BNP-Paribas de la avenida de la Grand Armeé, en París, no muy lejos de los Campos Elíseos.
«Como los 50.000 euros no bastaban», prosigue la contable, «De Maistre se fue o envió a alguien, eso no lo sé, a Suiza, para retirar, urgentemente, lo que faltaba, esto es, otros 100.000 euros. Yo creo que lo hizo de la de Ginebra. De todas formas, él iba todas las semanas a Suiza… Después, De Maistre me dijo que iba a cenar pronto con Eric Woerth para entregarle, según me dijo, discretamente, los 150.000 euros», asegura la contable.
Perseguir los movimientos de esas cuentas suizas será más difícil. «Una petición de investigación judicial no será aceptada si no viene requerida por un hecho que constituya delito en Suiza, y la financiación de partidos no lo es», explicó ayer una portavoz del Ministerio de Justicia suizo a la agencia France Presse.
Pero para seguir el rastro del dinero, los investigadores cuentan con otro medio, insinuado en su tiempo por la propia ex contable: «[Tras entregar el dinero a Liliane Bettencourt] apunté los movimientos contables, donde, al lado de la cantidad, puse Bettencourt, que es la palabra que ponía siempre cuando se trataba de consignar el dinero destinado a los políticos. Si Liliane Bettencourt les da esos cuadernos contables, la policía podrá verificar lo que digo».
Pues bien, esos cuadernos, que se encontraban en el palacete de la anciana millonaria han sido ya localizados por la policía financiera, según el periódico Le Monde. Por su parte, los agentes interrogaron el martes al gestor De Maistre, que negó todo lo afirmado por la contable.
El País – internacional, p. 7