Desde pequeños nos enseñan que el respeto es un ingrediente fundamental de cualquier interacción humana. En efecto, las consecuencias de una relación en la que falta el respeto pueden ser nefastas, pero esto no quiere decir que sean poco comunes: sin ir más lejos, un estudio reciente descubrió que el 54% de las personas siente que su jefe no las respeta.
La investigación fue realizada por Harvard Business Review (HBR) y Tony Schwartz entre más de 20 mil empleados procedentes de diversas partes del mundo y demuestra cómo este solo aspecto puede tener un impacto muy grande en otras áreas del desempeño laboral. Por ejemplo:
* La salud y bienestar de quienes se sienten respetados es un 56% mejor que la de quienes no creen que haya respeto por parte de sus líderes.
* La seguridad y confianza aumentan 1.7 veces por parte de aquellos que son respetados.
* La satisfacción y el gusto de trabajar aumentan un 89% y la concentración un 92% si existe respeto.
* Quienes sienten que sus superiores les tienen respeto están un 55% más involucrados con su trabajo.
* Los empleados que no se sienten menos respetados son menos creativos y también tienen más probabilidades de renunciar.
Para saber por qué se dan las faltas de respeto, los expertos hicieron otra encuesta, preguntando a los más de 100 participantes por qué se comportan de forma grosera. Estos en su mayoría dijeron que se encontraban abrumados por sus tareas y no tenían tiempo de portarse amables. Como reportan los investigadores, esto no es una excusa, porque la amabilidad y el respeto no se tratan de cambiar lo que se dice sino cómo se dice.
¿Qué pueden hacer los líderes y las empresas para mostrar más respeto?
La gran mayoría de las personas falta al respeto sin intención y sin notar los efectos que esto tiene en los compañeros y subalternos. Por eso, lo primero sería conocer cuál es la percepción que tienen los colaboradores respecto al liderazgo y respeto en la empresa. También hay que recordar que la definición de el concepto puede variar de acuerdo a la persona, pero en general se trata de conectar con las personas y hacerlas sentir valoradas.
En HBR se cita el ejemplo de Doug Conant, quien fue nombrado CEO de la empresa Campbell’s Soup en un momento de crisis y baja moral. Entre otras cosas, él cambió esta situación mediante el respeto: durante su década en el puesto escribió más de 20 mil notas personalizadas dando las gracias a sus colaboradores.
Otra cosa que deben hacer las compañías es poner énfasis en el respeto al momento de contratar, asegurándose de elegir a personas que tienen este valor y también incluyéndolo en las evaluaciones anuales.
Lo más importante es que las compañías se tomen en serio este tema y tomen los pasos necesarios para enmendar relaciones y corregir errores, así como para asegurarse de que en el futuro todos se sentirán respetados.
