Un trío de anuncios en tono de sarcasmo, una broma cruel para aclarar lo que no necesita incluso ser aclarado: los pequeños no son nunca los victimarios, sino las víctimas.
Esta campaña se desarrolló en Hamburgo para Weisser Ring, ONG dedicada a apoyar a víctimas de delincuencia y violencia, desde soporte emocional hasta legal; en este caso específico, se busca generar conciencia y recaudación de fondos respecto de una causa que muchos consideran muy trillada pero que en cifras es alarmante: el abuso a menores.
Lo más impresionante del tema es que el abuso a la infancia pocas veces es denunciado pues normalmente es generado por personas que han logrado ganarse la confianza de los menores y viven en su círculo más cercano, como sus padres, hermanos, primos, vecinos y hasta profesores; las causas de las vejaciones suelen ser muchas y de profunda intolerancia como bien lo retrata esta campaña en donde los niños son «hallados culpables y castigados» por acciones como divertirse con sus juguetes azando la voz, tropezarse con un vaso de leche o no haber obtenido el primer lugar de su aula.
Un terreno para acciones de responsabilidad social que pudiera ser sembrado y cosechado por muchísimas empresas que hallan en este grupo, su mercado meta, como jugueteras, canales de televisión, cadenas de espectáculos, marcas de ropa, entretenimiento, etc.
City Hamburg
Advertiser Weisser Ring