El Centro de Derechos Humanos de la Montaña «Tlachinollan», que defiende los derechos de los indígenas mexicanos, ganó ayer el Premio de Derechos Humanos que concede la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA en inglés).
El Centro «Tlachinollan», fundado en Tlapa de Comonfort hace más de 15 años, fue distinguido con el galardón «por su trabajo vanguardista con las poblaciones indígenas más marginadas de México», indicó en un comunicado la directora ejecutiva de WOLA, Joy Olson.
«Con gran dedicación y a menudo poniéndose en riesgo, el personal del Centro defiende casos importantes de violaciones de derechos humanos en contra de esta población vulnerable», añadió Olson.
WOLA, una organización defensora de los derechos humanos con sede en Washington, concede cada año el galardón a organizaciones o individuos que promueven los derechos civiles en América Latina.
El director general de Tlachinollan, Abel Barrera, aseguró sentirse «honrado» de recibir el premio. Es un reconocimiento de «la valentía de la gente a la que servimos», dijo.
La organización trabaja fundamentalmente en las regiones de la Montaña y la Costa Chica en el estado de Guerrero, uno de los más pobres de México y que está marcado, según WOLA, por «la discriminación y el abandono de las comunidades indígenas».
El estado de Guerrero, hacia el que se dirigieron los esfuerzos del gobierno mexicano en la época de la «guerra sucia» (1964-1982) contra grupos insurgentes, se ha convertido en la actualidad «en un lugar de producción y transporte de drogas», indica el comunicado.
La militarización con la que el gobierno ha respondido a esa situación ha sido el principal blanco de las denuncias de Tlachinollan, que en sus primeros diez años de actividad (1994-2004) documentó «68 casos de violaciones a los derechos humanos por militares mexicanos».
En la primera mitad de 2009, Tlachinollan ha documentado 14 casos de abusos militares.
Entre los abusos destacan «casos de tortura, desaparición forzada y violación de mujeres indígenas».
Además, Tlachinollan trabaja en favor del acceso a la educación, a los servicios de salud y a la justicia de estas comunidades.
WOLA destacó uno de los proyectos del Centro, el Monitor Civil de la Policía y de las Fuerzas de Seguridad (MOCIPOL), en el que colabora con otras organizaciones mexicanas para documentar los abusos que cometen las fuerzas de seguridad en la montaña de Guerrero, y busca una solución para las víctimas de estos abusos.
El pasado febrero, Tlachinollan cerró sus oficinas en la región de Ayutla de los Libres debido, según WOLA, al «asesinato de dos líderes indígenas» y «a las amenazas y la persecución de activistas que colaboran con el Centro».
En mayo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos otorgó medidas cautelares a más de 100 defensores de los derechos humanos en Guerrero, incluyendo a todo el personal de Tlachinollan.
La directora ejecutiva de WOLA reiteró hoy su compromiso de «trabajar con socios como Tlachinollan en la defensa de los derechos humanos» en «un momento en que la situación de los derechos humanos en México, y en Guerrero, es de mucha preocupación».
«Tlachinollan se ha ganado el respeto de la comunidad internacional. El premio ofrece la oportunidad para recordarle a la gente que Tlachinollan no está solo, que tienen nuestro apoyo», dijo el congresista estadounidense Jim McGovern, galardonado con el premio de WOLA en 2007.