Uno de los factores trascendentales que ha provocado el cambio climático ha sido el consumo desmedido, la compra sin necesidad y la adquisición de productos sin prolongarles su vida útil, desechándolos para comprar uno nuevo. Esto genera efectos secundarios negativos, ya que los procesos para crear diversos artículos dejan una huella ecológica considerable.
A raíz de este problema, en el 2015, la ONU propuso la Agenda 2030 donde se extiende un protocolo para transformar el mundo a través del desarrollo sostenible, cuyo objetivo número 12 propone «garantizar patrones sostenibles de consumo y producción».
Los mercados de segunda mano brindan un beneficio sustancial que hace parte de los principios de la economía circular: hacen posible que los bienes de consumo se reutilicen, antes de ser desechados. De acuerdo al estudio “Second Hand Effect” (SHE) realizado por Schibsted Media Group, en colaboración con el Instituto Sueco para la Investigación del Medioambiente (IVL), se mostraron los beneficios que genera este tipo de comercio.
En el 2017, el portal de clasificados en línea, Segundamano.mx, reportó, con base en las transacciones que se realizaron en la plataforma, que hubo un ahorro potencial de 0.7 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero y 48,170 toneladas de plástico. Lo anterior equivale a detener todo el tráfico de la Ciudad de México durante 19 días y al plástico necesario para producir 6.8 millones de bolsas.
De hecho, el estudio reveló que la transacción que tiene más impacto ambiental de los productos que se comercializan en Segundamano.mx, son la venta de coches usados, ya que por la cantidad de autos que se vendieron, se evitó la generación de 686,505 toneladas de CO2.
“Pero no solo el impacto positivo se verá reflejado con los productos grandes, cada artículo cuenta por más pequeño que sea; es por esto que es importante generar conciencia e impulsar la cultura de la reutilización, ya que siempre se le puede dar una segunda vida los objetos que ya no queremos o necesitamos”, comentó Cristina Raunich, CMO de Segundamano.
Desde 2015, Schibsted Media Group, empresa propietaria de Segundamano.mx, ha medido el efecto de la reutilización de materiales. Para el informe de 2017, se tomaron en cuenta 10 mercados, entre ellos México, en los que opera la empresa y se consideraron elementos como plásticos, acero, aluminio y CO2.
A nivel mundial, Schibsted Media Group evitó potencialmente la producción de 1.2 millones de toneladas de plástico, lo que equivale a 169 mil millones de bolsas. Como resultado de este tipo de comercio privado, se logró un ahorro potencial en la producción de 21.5 millones de toneladas de emisiones de CO2, 7.8 millones de toneladas de acero y 0.7 millones de toneladas de aluminio.
De esta forma, los mercados de segunda mano fungen como factor clave para impulsar la disminución del consumismo y darle una segunda vida o más a los artículos que ya no queremos. Además, se fomenta el consumo responsable aportando a los beneficios que esto conlleva.
Comunicado de prensa.