El decreto vetando la entrada en Estados Unidos de nacionales de siete países de mayoría musulmana no tiene solo consecuencias morales y éticas. El caos y la confusión creada por la iniciativa firmada el viernes por Donald Trump también afectan a las grandes multinacionales, que están rechazando en firme la acción ejecutiva del presidente porque temen ahora por la seguridad de sus empleados y que pueda trastocar incluso sus operaciones.
Lloyd Blankfein, el consejero delegado de Goldman Sachs, mandó un mensaje rotundo a la plantilla en el que admitía que el decretó crea una disrupción a la compañía y por este motivo va a movilizar los recursos internos necesarios para asistir a los empleados que se puedan topar con algún problema legal por su nacionalidad. Blankfein dejó claro que la diversidad “no es una opción” para una compañía global como la que dirige; está en su naturaleza.
“Debemos atraer, retener y motivar a personas de orígenes y perspectivas diferentes”, señaló el ejecutivo. La dirección de Ford Motor y Boeing se expresaron en términos similares, al oponerse frontalmente a cualquier política que vaya contra los valores de sus compañías. Mark Parker, consejero delegado de Nike, puso como ejemplo el caso del medallista olímpico británico Sir Mo Farah para exponer su rechazo a la iniciativa migratoria del presidente republicano.
Mo, como cuenta Parker, es de origen somalí y dedicó toda su vida a competir por Reino Unido. “Ahora tiene miedo de que no se le permita regresar con su familia en Portland”, advierte, al tiempo que ofrece todo el apoyo de la compañía de indumentaria deportiva a los atletas y empleados que se encuentren en una situación similar. El decreto de Trump, que califica de intolerante, amenaza valores como el respeto mutuo que fomenta el deporte.
«Vivimos un momento sin precedentes», opinó el presidente de Starbucks, Howard Schultz. El ejecutivo ya lideró durante las elecciones una campaña para movilizar el voto y trató de limar después las asperezas que originó el choque político. Ahora la compañía se compromete a contratar, durante un plazo de cinco años, a 10.000 refugiados en todo el mundo. «Escucho vuestra alarma de que los derechos civiles y humanos que damos por asumidos están siendo atacados».
El poder de la diversidad
La tensión se reflejó en Wall Street. El Dow Jones inició la sesión con una caída del 1% y perdió así el nivel histórico de los 20.000 puntos. Goldman Sachs fue el valor que más contribuyó a la remontada del índice de Dow Jones tras la victoria electoral de Donald Trump. El segundo del banco de inversión dirige el órgano en la Casa Blanca que asesora al presidente en materia económica.
Es la peor jornada desde el pasado 11 de octubre, un mes antes de las elecciones. Elon Musk, fundador de Tesla, también cree que la prohibición afectará injustamente a los inmigrantes y cree que esta medida “no es la mejor manera” de encarar los restos que afronta el país. Por este motivo confía en que la acción sea transitoria. Musk forma parte del grupo que asesora al presidente en cuestiones económicas desde el sector privado.
Jeff Immelt, consejero delegado del conglomerado industrial General Electric, también se comprometió a utilizar el canal abierto que tiene con el gobierno para intentar aplacar estas medidas migratorias y sus efectos. No se trata solo de las dificultades que potencialmente el decreto puede tener para sus empleados, además temen medidas de represalia contra EE UU de países afectados por este tipo de acciones unilaterales.
Fuente: El País