La sociedad está enfrentando muchos retos de sustentabilidad. Esto incluye el agotamiento de los recursos naturales, la contaminación, el cambio climático, la destrucción de hábitats, la desaparición de especies y el colapso de ecosistemas completos, así como la degradación de poblados tanto urbanos como rurales.
En la medida en que la población mundial aumenta y el consumo se incrementa, estos cambios se están volviendo amenazas constantes para la seguridad de los humanos, la salud y el bien común de la sociedad.
Existe la necesidad de identificar opciones para reducir volúmenes y patrones insostenibles de producción y consumo, y estar seguros de que el consumo de los recursos naturales por persona sea sustentable. Los aspectos relativos al desarrollo sustentable a nivel local, regional y global están interconectados y enfrentarlos requiere de un esfuerzo comprensible, sistemático y colectivo.
El desarrollo sustentable es una precondición para la supervivencia y la prosperidad de los seres humanos. Es por lo tanto un aspecto sustantivo de la responsabilidad social de las organizaciones.
Las decisiones y actividades de las organizaciones invariablemente tienen un impacto en el medio ambiente, sin importar en donde se localicen éstas. Estos impactos pueden estar asociados al uso por parte de la organización de recursos vivos y no vivos, la ubicación de las actividades que desarrolla, la generación de contaminantes y desperdicios y las implicaciones de las actividades de la organización, productos, servicios para regiones naturales, teniendo todo esto consecuencias financieras.
Para reducir los impactos ambientales, las organizaciones deben adoptar e integrar una propuesta integral que tome en cuenta las implicaciones económicas, sociales y medio ambientales acerca de sus decisiones y actividades.
Las organizaciones modernas tendrán que implementar programas con una perspectiva financiera, basada en administración de riesgos para evitar y reducir riesgos ambientales e impactos a sus actividades, productos, servicios y rentabilidad.
Como lo mencionó el presidente de Indonesia en el Foro Ambiental Mundial a Nivel Ministerial, llevado a cabo en febrero de este año, se tienen que crear asociaciones globales genuinas, encaminadas a un modelo de desarrollo sustentable que cambie nuestros patrones de consumo y acabe con la pérdida de la biodiversidad.
Recordemos que el desarrollo sustentable se refiere a integrar los objetivos de alta calidad de vida, salud y prosperidad con justicia social y manteniendo la capacidad de la tierra para soportar la vida en toda su diversidad. Estos objetivos económicos, sociales y medioambientales son interdependientes y se fortalecen mutuamente. El desarrollo sustentable debe ser tratado como una manera de expresar las amplias expectativas de la sociedad como un todo.
Una vez expuesto lo anterior y por la trascendencia de todo cuanto implica el desarrollo sustentable, el Simposio IMEF 2010, a efectuarse los días 8 y 9 de junio en la ciudad de México, será punto de encuentro de analistas, catedráticos, investigadores, funcionarios públicos y empresarios, quienes más allá de exponer la problemática, plantearán estrategias de sustentabilidad y rentabilidad, así como las ventajas de la competitividad en la materia.
*Vicepresidente de Responsabilidad Social del IMEF
El Universal – cartera, p. B2