Al filmar Avatar, el director James Cameron buscaba transmitir a los espectadores el sufrimiento de los pueblos que son saqueados por otros y que ven destruido su hábitat, así lo comentó el cineasta en visita relámpago a México invitado por Fundación Telmex para ofrecer una conferencia.
“A nivel emocional lo que quería es que la gente viviera del lado de los Na’vi, que estaban siendo invadidos” dijo y también buscaba que el espectador sitiera el dolor de la naturaleza atacada.
“Para que el espectador oyera a la naturaleza diciendo me siento atacada, me siento destruida, eso no está bien, no es justo.”
Después de Avatar, Cameron fue invitado por un grupo ambientalista a visitar una región del Amazonas donde 25 mil indígenas perderán su hogar, porque se construirán dos presas hidroeléctricas.
“Es un enfrentamiento entre la civilización y el mundo natural, en este caso el hábitat de estos indígenas que va a ser destruido, cuando hay otras soluciones técnicas como es la energía solar, o eólica, y que son energéticamente eficientes y eso hace que no se requieran estas presas” dijo.
Por su interés de sustituir el uso de energías contaminantes como el petróleo y el carbón por renovables, decidió invertir parte de las ganancias de Avatar en empresas que produzcan energía alternativa.
Habló de que los únicos países y empresas que serán fuertes dentro de 20 años, serán los que se adopten a la energía limpia “los que no lo hagan serán economías débiles”.
“Como creador de películas y como ser humano, sentí que cuando estaba haciendo Avatar, era una gran contribución. Pero el trabajo real empezó tras la filmación. Por todas las reacciones que creó y las invitaciones de grupos y ONG’s ambientalistas que me pidieron trabajar con ellos.”
Cameron confirmó que sí usó referencias específicas a la guerra de Irak en Avatar.
“Estaba muy enojado con lo que estaba pasando con la guerra de Irak, y fue bueno que la gente lo relacionara.
“Esas escenas estuvieron en la cinta por una razón, por eso uno de los personajes habla de una ciudad iraquí.
“Eso no es accidental y quería que la gente sintiera a nivel emocional lo que era estar del lado de los Na’vi, del pueblo invadido”, comentó.
Acerca de la escena de la destrucción del árbol-casa de los Na’vi y el parecido que tiene con la caída de las Torres gemelas, con las cenizas grisáceas y el horror de la situación, comentó que no fue una referencia intencional al 11 de septiembre, pero que sin embargo logró su objetivo, que era llegar a la consciencia colectiva de los espectadores.
“La referencia al 11 de septiembre no estaba en el guión, pero mientras creamos las imágenes dijimos ‘wow, ciertamente se ve como el 11 de septiembre’”.
“Han existido eventos apocalípticos a través del tiempo que se han visto como la escena y el 11 de septiembre se vio así. Está metido en nuestra conciencia global. Los usé para crear una especie de reacción subconsciente del mundo ante la imagen, para crear un estado emocional”, finalizó.
Fuente: Excélsior; Función, p. 14
Autor: Georgina Olson
Publicada: 9 de Septiembre 2010