El uso de energías renovables en los proyectos de arquitectura cada vez se vuelve más común, ya que es necesario recurrir a otro tipo de energías limpias, sistemas y materiales que impacten en menor medida al medio ambiente y que al mismo tiempo sean funcionales.
Uno de los proyectos que apuesta precisamente por esta idea es el que desarrolló el estudio de arquitectura Decode Urbanism Office, un edificio el cual está rodeado completamente por pequeños aerogeneradores que aprovechan la energía del viento para crear electricidad.
Aunque actualmente existen ya muchas estructuras que utilizan energía eólica, lo novedoso de esta torre es que la electricidad que se genera por medio del viento alcanza para toda la energía que la edificación requiere y también para abastecer a una parte de la ciudad taiwanesa de Taichung, que es en donde se construirá.
La estructura será de 350 metros de alto y está destinada a albergar el Departamento de Desarrollo Urbano de la ciudad, además de actividades culturales, tales como salas de exposiciones y museos, y actividades comerciales.
El diseño de la fachada del edificio está inspirado en la flor de ciruelo, que es la flor nacional de China y Taiwán, ya que reacciona a los cambios en la dirección e intensidad del viento, creando un efecto de cientos de capullos de ciruelo que estallan en la floración. Para asemejar el aspecto de esta flor, las pequeñas turbinas eólicas tendrán forma de diamante en su fachada y los microgeneradores actuarán como veletas oscilando con el viento.
Cada generador tiene su propia luz LED, que ilumina un pequeño trozo de la fachada con una intensidad que depende de la cantidad de energía producida. Esto produce un flujo pulsante de luz que viaja a través de la fachada ondulante. El color de las luces también se ajustará dependiendo de los cambios en la temperatura y la estación.
El edificio incorporará perfiles de acero rellenos de hormigón como apoyo estructural adicional. La firma de arquitectura Decode Urbanism Office ganó recientemente el primer premio en un concurso para el diseño del Centro Deportivo de Beijiao en la provincia china de Guangdong, proyecto que reducirá notablemente el consumo de energía.
De acuerdo a los desarrolladores, la capacidad de aprovechamiento del viento, junto con la iluminación que responde a las condiciones atmosféricas locales, hace que esta torre conceptual sea un verdadero decodificador de la naturaleza.