De acuerdo con The Conversation, el grupo de contabilidad y consultoría PwC Australia ha estado en el centro de la atención mediática desde mayo, cuando su director ejecutivo, Tim Seymour, dimitió de inmediato luego de que la firma admitiera que había «traicionado la confianza» de los australianos.
Esta situación ha marcado un punto importante en la historia de PwC, pero también ha generado preocupación en Australia y en la comunidad empresarial en general acerca de una crisis de RS en consultoría, que implica una falta de un equilibrio adecuado entre las metas financieras y las responsabilidades sociales.
¿Responsabilidad Social (RS) en crisis?
En respuesta a esta situación, PwC se comprometió a llevar a cabo una revisión independiente de su gobernanza, rendición de cuentas y cultura organizacional. El resultado de esta revisión, realizada por el ex director ejecutivo de Telstra, una empresa de telecomunicaciones y servicios de tecnología con sede en Australia, Ziggy Switkowski, plantea una crisis de Responsabilidad Social (RS) en la consultora.
El informe de Switkowski arrojó luz sobre la cultura y las prácticas de gobernanza de PwC Australia, evidenciando un entorno tóxico donde las ganancias y el crecimiento eran más valorados que la Responsabilidad Social.
En palabras del informe, la firma tenía una cultura de «hacer lo que sea necesario» que llegó al extremo de convertir en «héroes» a los socios que generaban más dinero. Estos socios eran apodados como «creadores de lluvia», y los que traían más ingresos eran considerados «intocables», exentos de muchas de las reglas.
Esta cultura empresarial, donde la búsqueda de beneficios prevalecía sobre todo lo demás, había llevado a lo que el informe describía como «fracasos de integridad». Había un claro desequilibrio entre las metas financieras y de responsabilidad social en la firma.
Cultura empresarial tóxica
Además, el informe destaca que la cultura en PwC Australia no toleraba la disidencia y evitaba tratar temas difíciles. Las malas noticias se mantenían en secreto y se referían internamente como «asuntos problemáticos», y las actualizaciones legales relacionadas con estos asuntos eran principalmente verbales.
Aunque el escándalo se centra en PwC Australia, su impacto se extiende mucho más allá de esta firma en particular. La senadora laborista Deborah O’Neill, quien preside una comisión del Senado que investiga la gestión y la integridad de los servicios de consultoría, ha señalado que el informe «apenas ha arañado la superficie» de lo que podría estar sucediendo en otras empresas de consultoría en el país.
Esta comisión está investigando el comportamiento de todas las principales empresas de consultoría en Australia, incluyendo Deloitte, EY, KPMG, McKinsey y The Boston Consulting Group. Además, la mala imagen generada por el escándalo de PwC Australia ha llevado a un aumento en la desconfianza hacia las corporaciones en general en el país.
Crece desconfianza en empresas y corporaciones tras escandalo de crisis de RS en consultoría
La encuesta de Roy Morgan, empresa de investigación de mercado y análisis de datos con sede en Australia, sobre la desconfianza en las marcas reveló un récord de desconfianza en junio, y eventos como el escándalo fiscal de PwC se citaron como factores que contribuyeron a esta tendencia. La encuesta también identificó que la percepción de que las empresas están «demasiado motivadas por las ganancias» es una de las razones principales de esta desconfianza.
No obstante, el escándalo de PwC Australia ha expuesto una crisis de RS en la consultoría que podría extenderse a todo el sector empresarial de Australia y cuestionar si realmente las empresas están cumpliendo con sus responsabilidades anunciadas.
El informe de Switkowski no solo identificó una crisis de RS en la consultoría PwC Australia, sino que también propuso soluciones para corregir la cultura y las prácticas de gobernanza deficientes. Una de las recomendaciones más cruciales fue que PwC Australia debería operar como una empresa pública cotizada en la Bolsa de Valores de Australia, con una junta que incluyera directores independientes y tuviera la autoridad para contratar y destituir al director ejecutivo.
Por su parte, la firma ha aceptado la responsabilidad de llevar a cabo estos cambios y mejoras propuestas en el informe con el fin de rectificar los problemas identificados en la revisión.
Se tambalea la reputación de PwC
Si bien PwC Australia ha aceptado implementar las recomendaciones de Switkowski y tomar medidas para abordar estos problemas, es probable que enfrenten más desafíos en el presente y futuro, incluyendo mala reputación, investigaciones criminales y la supervisión de comités gubernamentales.
El informe de Switkowski, que destaca la necesidad de que PwC Australia opere como una empresa pública cotizada en la Bolsa de Valores de Australia y cuente con directores independientes en su junta, podría servir como modelo para futuras regulaciones. Las empresas de consultoría podrían estar sujetas a requisitos similares para garantizar un equilibrio adecuado entre las metas financieras y las responsabilidades sociales.
Este incidente también ha llevado a cuestionamientos más amplios sobre la industria de la consultoría en global y la confianza del público en las grandes corporaciones en general. La necesidad de una mayor transparencia, gobernanza y responsabilidad en todas las empresas se ha convertido en un tema importante.
A medida que se desarrolla esta historia, queda claro que el escándalo de PwC Australia es un recordatorio de la importancia de la integridad en los negocios y la necesidad de una supervisión rigurosa para garantizar que las empresas cumplan con sus responsabilidades y mantengan la confianza del público.
¿Crisis global en consultoras?
Como hemos mencionado, el impacto de este escándalo de crisis de RS en consultoría no se limita a las fronteras de Australia. Las grandes empresas de consultoría, como PwC, operan a nivel internacional y prestan servicios a clientes de todo el mundo. El reconocimiento de una crisis de RS en una firma de esta envergadura podría provocar una reevaluación de las prácticas empresariales en otras partes del mundo donde operan empresas similares.
Con estos hechos es probable que los reguladores y legisladores en otros países comiencen a considerar la necesidad de fortalecer las regulaciones y las leyes relacionadas con la RS. Las empresas podrían enfrentar requisitos más estrictos en cuanto a divulgación de información, gobernanza y transparencia.
La industria de consultoría está presenciando un momento crítico a nivel mundial, con la necesidad y oportunidad apremiante de reevaluar prácticas y culturas empresariales para restaurar la confianza del público y el cumplimiento de las responsabilidades anunciadas.