Para mejorar el estado del agua en 2019 y asegurar que las generaciones actuales y futuras tengan acceso a este recurso, se deben tomar medidas más estrictas que nos ayuden a tener una mejor gestión de los recursos hídricos.
El estado del agua en 2019…
En el año 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas, reconoció el derecho humano al agua y el saneamiento, señalando que la población mundial debe tener acceso a este recurso para uso personal y doméstico.
Desafortunadamente, se calcula que cada año mueren aproximadamente 842, 000 personas a causa de la diarrea, como resultado del agua potable insalubre, el saneamiento y la higiene de las manos, mientras que 2100 millones de personas carecen de agua potable en el hogar.
Y estas son solo algunas cifras, te invitamos a conocer otras que resaltan la crisis hídrica por la que están pasando muchas comunidades.
Para hacer frente a esta situación, el acceso al agua y saneamiento, se integró como la meta número seis en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cuya misión será asegurar que para 2030, se tenga acceso universal al agua potable segura y asequible.
Aunque, para lograr le cumplimiento de esto, se requiere realizar una inversión adecuada en la infraestructura e impulsar iniciativas para crear conciencia en la sociedad sobre la importancia de cuidar y gestionar adecuadamente este recurso.
En el portal de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se señala que si realmente se quiere mitigar la escasez de agua, es fundamental proteger y recuperar los ecosistemas relacionados con este recurso, como los bosques, montañas, humedales y ríos.
También se necesita más cooperación internacional para estimular la eficiencia hídrica y apoyar tecnologías de tratamiento en los países en desarrollo.
¿Qué se ha logrado?
Cuando se tiene acceso al agua y esta proviene de fuentes mejoradas y más accesibles, la sociedad dedica menos tiempo y esfuerzo a conseguir este recurso físicamente, lo que significa que pueden ser productivas de otras maneras.
Además beneficia a las comunidades porque dejan de realizar viajes largos o de riesgos para recolectar agua que ponen en riesgo su salud pero sobre todo, protege a los niños que son más vulnerables a contraer una enfermedad.
El acceso a mejores fuentes de agua ayuda a tener una mejor salud y, por lo tanto, una mejor asistencia escolar, con consecuencias positivas a largo plazo para sus vidas.
Tan solo en 2015, cerca de 5,2 millones de personas utilizaron los servicios de agua potable administrados de forma segura es decir, ocuparon fuentes de agua mejoradas ubicadas en las instalaciones.
Sin embargo, es un porcentaje muy limitado y los desafíos todavía son muchos para asegurar que la población mundial tenga acceso a este recurso para 2050.
Desafíos por cumplir
El cambio climático y sus efectos sobre el planeta Tierra aceleran el aumento de la escasez de agua. Esto conducirá a mayores fluctuaciones en el agua de lluvia recolectada.
Por otra parte, el crecimiento de la población, los cambios demográficos y la urbanización ya plantean desafíos para los sistemas de suministro de agua.
Se calcula que para el 2025, la mitad de la población mundial vivirá en áreas con estrés hídrico. Esto se puede solucionar si el gobierno comienza a integrar sistemas que permitan aprovechar y reutilizar las aguas residuales.
Para mejorar la gestión será necesario aprovechar todos los recursos hídricos para garantizar la provisión y la calidad.
La OMS, desde su trinchera, señala que durante estos últimos años ha compartido una serie de pautas de calidad de agua que incluyen agua potable, uso seguro de aguas residuales y entornos de agua recreativa seguros.
«Las directrices de calidad del agua se basan en la gestión de riesgos y, desde 2004, las Directrices para la calidad del agua potable incluyeron la promoción de Planes de Seguridad del Agua para identificar y prevenir riesgos antes de que el agua se contamine», comparten dentro de su página.
También ha unido fuerzas con UNICEF en diversas áreas para asegurar que el estado del agua en 2019 y en los años que vienen, mejore y con él asegurar que sean cada vez más las personas que tengan acceso al agua y saneamiento.
Mejorar el estado del agua en 2019…
Para impulsar este trabajo en equipo entre la OMS y UNICEF, se impulsó el proyecto “WASH FIT”, una herramienta de mejora de instalaciones de agua y saneamiento para la salud, una adaptación del enfoque del plan de seguridad del agua.
De acuerdo con esta alianza, el objetivo de WASH FIT es guiar a las instalaciones pequeñas de atención primaria de salud en entornos de bajos y medianos ingresos a través de un ciclo continuo de mejora a través de evaluaciones, priorización de riesgos y definición de acciones específicas y específicas.
. @WHO and @UNICEF‘s water and sanitation for Health facility improvement tool (WASH FIT) is a practical guide for improving quality of care through water, sanitation and hygiene in health care facilities- @reliefweb
Read more: https://t.co/w9MhWsrSRO#GHSU pic.twitter.com/hwwkKddZWj
— EpidAlert (@EpidAlert) 17 de mayo de 2018
WASH FIT se basa en la Planificación de la Seguridad en el Saneamiento de la OMS, así como en las recomendaciones de la OMS para la prevención y el control de infecciones. Esta guía cuenta con una serie de herramientas listas para usar. ¡Aquí puedes descargar el archivo!
Otros proyectos
Existen iniciativas que están impulsando el cumplimiento del objetivo número seis. Uno de ellos es el del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la empresa Planet, quienes vieron en los árboles, una respuesta para salir de la crisis hídrica.
https://www.instagram.com/p/BITWc_sAEhG/
Los bosques tropicales regulan las precipitaciones globales. Cuando uno de estos espacios pierde demasiados árboles, los efectos en el clima se pueden sentir a medio mundo de distancia.
Según el Banco Mundial, desde la década de 1990 y a nivel global, cada hora se pierde el equivalente a 1.000 estadios de fútbol.
Un porcentaje bastante graves, sobre todo porque la capacidad de los bosques de hacer llover es la clave del suministro de agua y los patrones de lluvia de nuestro planeta.
Así que para proteger el abastecimiento de agua dulces se debe comenzar iniciar con la defensa de nuestros árboles. Es por ello que este proyectó decidió realizar mapas en 3D con ayuda de imágenes satelitales y drones.
Esto permite ubicar las zonas más dañadas en las Maldivas y poder trabajar en ellas para restaurar sus bosques de manglares y con ellos incentivar el ciclo natural de la lluvia.
PNUD y la ONU, también trabaja con los países para preservar los bosques tropicales más grandes del mundo, como la Amazonía, la selva tropical del Congo y los bosques de Papúa Nueva Guinea.