Se dio a conocer el estudio Síntomas somáticos y salud mental en trabajadores de la Ciudad de México.
No durmió bien porque los pendientes del trabajo atormentaban su mente. Al amanecer, no había fuerza capaz de levantarlo de la cama. No tiene motivación para empezar el día; todo es automático: bañarse, vestirse y medio desayunar. Al llegar a la oficina, la pesadumbre cae de nuevo sobre sus hombros: presión, competencia, distracción, irritabilidad, fallas en las actividades diarias, ese es el martirio que vive una persona con depresión grave, producto del estrés laboral.
Con base en el estudio Síntomas somáticos y salud mental en trabajadores de la Ciudad de México, especialistas del Instituto Nacional de Psiquiatría encontraron que una depresión provocada por la presión laboral disminuye la productividad y aumenta los accidentes de trabajo, ya que los principales síntomas son la falta de interés en actividades que requieren total atención, acompañado por una falta de sueño, o exceso de éste, que mantienen a la persona en un estado de sopor que reduce la capacidad de desempeño.
Ante el tabú social que aún existe en torno a las enfermedades mentales, no es posible reportarse “enfermo de depresión” o acudir al IMSS o al ISSSTE a solicitar una incapacidad por esa causa, lo que ha llevado a que el alrededor del 54 por ciento del ausentismo laboral en la Ciudad de México, según el estudio, se justifique con otro tipo de padecimientos sólo para disfrazar la tristeza, así lo dio a conocer Gabriela Cámara, presidenta de la Red Voces Pro Salud Mental.
“La ley no contempla la depresión como causal de ausencia laboral, por lo que el trabajador lo tiene que disfrazar. Las entidades de salud que pueden dar incapacidades tampoco cuentan a la depresión como causa para justificar la
inasistencia laboral; y los seguros de gastos médicos no la catalogan como discapacitante, lo que mantiene discriminados a quienes las padecen”, explicó.
Según el estudio, el ausentismo laboral por depresión alcanza hasta 25 días al año, lo que se traduce en frustración, gastos y a la vez descuentos salariales para el empleado, su familia y una baja considerable en la calidad de vida.
Aunque es sabido que las mujeres son más propensas a presentar cuadros depresivos, derivado de los cambios hormonales, actualmente hay un alto porcentaje de hombres deprimidos que extienden su problemática al hogar o caen en adicciones.
“Cuando un hombre pierde su trabajo o está sometido a fuertes presiones cae en depresión. Los hombres deprimidos abusan del alcohol y muestran mal humor echándole la culpa a la esposa o los hijos, ocultando así lo que siente ya que hay menos reconocimiento de los sentimientos de tristeza en ellos”, comentó.
Esclavos de la presión
La depresión por estrés no sólo afecta a subalternos, sino a los altos directivos que también son propensos a convertirse en esclavos de la presión.
“Personas que manejan alto estrés de trabajo, tres o cuatro situaciones, a la quinta ya no pueden y viene una ruptura, caen en una depresión severa, dejan de ser funcionales, ya no pueden tomar decisiones”, dijo Enrique Rafael Suárez Álvarez, médico siquiatra del Hospital Español
Comentó que en países como Japón, los empresarios han contratado sicólogos industriales y laborales que detectan a quienes tienen tal nivel de estrés que dejan de ser funcionales y requieren atención, aplicando tratamientos integrales que les ayudan a recuperarse rápidamente.
“No hay que correrlos, sino tratarlos para que vuelvan a la funcionalidad, porque pueden ser muy exitosos y de gran valor, pero la enfermedad empieza a mermarlos”, dijo.
En México una persona tarda en promedio 14 años en recibir el diagnóstico correcto de depresión; de ellas, sólo cinco por ciento recibe tratamiento adecuado; en el DF las autoridades de salud calculan que 16 por ciento de la población padece algún trastorno depresivo, superior a la media nacional, que es de siete por ciento.
Fin de año, época depresiva
Con las fiestas decembrinas en puerta, la presión para el cierre de labores anuales, informes, reportes finales, aunado a la baja en las temperaturas y el recuento inevitable de todo lo que sucedió en el año, se combinarán para detonar un estado de depresión crónico.
Con este tipo de antecedentes, lo ideal sería procurar ambientes laborales sanos, consideró Gabriela Cámara, en donde se promueva la salud mental sin estigmatizar y buscando la mejor calidad en el trabajo que todos desempeñen.
“Los empresarios pueden promover entre sus trabajadores un ambiente laboral sano, en donde se sientan tranquilos, protegidos y tomados en cuenta. Incluir pláticas de salud mental, de autocuidado, alimentación y promover una mejor salud integral en los trabajadores.”
También dijo que deben crearse mecanismos de apoyo al trabajador en momentos de depresión severa, dando días de descanso y acercándoles herramientas que ayuden a su recuperación, tales como una línea telefónica de ayuda o una red de apoyo con asociaciones civiles u otras instancias.
Los especialistas exhortaron a quienes se sientan propensos a deprimirse buscar ayuda profesional de inmediato para poder enfrentar los difíciles momentos que se avizoran con una mejor actitud y protegiendo su salud mental.
Atención
Distracción, irritabilidad, fallas en las actividades diarias: ese el martirio que padece una persona con depresión grave.
Varones tristes
Actualmente existe un alto porcentaje de hombres deprimidos que extienden su problemática al hogar o caen en adicciones.
14 años puede tardar el diagnóstico de la depresión.
Fuente: Excelsior
ANTE ESTE TERRIBLE DIAGNOSTICO, LOS MEXICANOS TENEMOS UNA LUCHA POR VENCER O SOBRELLEVAR, YA QUE NO SOLO AFECTA NUESTRA VIDA LABORAR SINO TAMBIEN LA FAMILIAR. CUANDO UNA ORGANIZACION DA LA SEGURIDAD Y PROTECCION A SUS EMPLEADOS, ESTOS SIENTEN LA CONFIANZA Y EL EQUILIBRIO NECESARIO PARA NO CAER Y EN CASO DE EXISTIR DEMASIADA PRESIÓN, AYUDAR EN LOS PRIMEROS SINTOMAS PARA EVITAR DICHO DIAGNOSTICO.
ESPEREMOS QUE LA NUEVA LEY FEDERAL DE TRABAJO, FACILITE A LOS TRABAJADORES, EL PODER ESCOGER, HORARIOS, HORAS DE TRABAJO Y UBICACION DEL MISMO. Y QUE VAYAN DE ACUERDO A SU CAPACIDAD HUMANA, FISICA Y MENTAL.