Seguro que muchas veces has escuchado que los niños son el futuro del mundo. La frase parece una obviedad, pero para la mayoría de las comunidades esto puede significar mucho más de lo que te imaginas.
Este es el caso de las comunidades cafetaleras de Veracruz, Oaxaca y otros estados de nuestro México. Ahí, generaciones enteras se han dedicado a cuidar las fincas de café para cosechar esas cerezas rojas que se convierten más tarde en los granos que dan sabor a tu bebida favorita.
Desafortunadamente cada vez menos niños y jóvenes aspiran a convertirse en cafeticultores y sustituir a sus familiares a cargo de las fincas. A esa realidad hay que sumar las condiciones climáticas cambiantes y la migración de los trabajadores; dos fenómenos que han puesto a la industria en serios problemas. El ritmo de producción desciende y acelerar no resulta sencillo.
Tu taza de café podría estar en riesgo.
El amor al campo y el orgullo de trabajar con sus propias manos, para llevar una taza de café a tu mesa cada mañana, no basta para que los cafeticultores rescaten esta bebida ancestral que llegó desde África al resto del mundo.
Desde 2011, el ciclo de siembra de los cafeticultores mexicanos se alteró a consecuencia del cambio climático. Más del 95% de los productores vieron afectadas sus siembras.
Muchos grupos sociales, entre los que se incluyen niños, han puesto ya manos a la obra para combatir al cambio climático; pero esto servirá de poco si se pierden en las nuevas generaciones las ganas de trabajar el campo.
CAFFENIO al rescate del café
Alineada con su compromiso responsable, la empresa mexicana CAFFENIO implementó en 2011 el programa COSECHA Calidad y Bienestar con una sola misión:
Trabajar en conjunto con los cafeticultores en el rescate de sus fincas, logrando una mayor producción en la zona y una mejor calidad de vida para la comunidad.
La iniciativa tiene como objetivo accionar un modelo de desarrollo sostenible de la cafeticultura en las zonas de Huatusco, Veracruz y Pluma Hidalgo, Oaxaca. Dos de los estados sin cuyo café seguramente le faltaría a México un pedazo de corazón.
En 2017, CAFFENIO realizó un diagnóstico en el campo, donde descubrió que la mayoría de los productores de café son padres y abuelos de entre 46 y 60 años. De ahí la importancia de promover esta actividad económica entre las nuevas generaciones.
La marca descubrió además que a estos productores a menudo los acompañan niños en edad escolar que estudian en centros educativos rurales; por lo que decidió tomar esa ventana de oportunidad y crear para ellos actividades destinadas a despertar su pasión por el café.
Esta práctica ha valido para CAFFENIO numerosos reconocimientos, entre los que destaca el Reconocimiento Mejores Prácticas de Responsabilidad Social Empresarial 2018, entregado por el Centro Mexicano de la Filantropía; y más recientemente, el Premio Corresponsables Comunicación Responsable al mejor proceso de diálogo con grupos de interés, entregado por Fundación Corresponsables.
Los esfuerzos que realiza CAFFENIO a través de este programa están orientados en cumplir con tres ejes de acción:
- Capacitación y asistencia técnica: Garantizar el abasto de café para estar en posición de satisfacer la demanda del mercado.
- Integración de la cadena productiva: Integrar la cadena de producción del café, creando un vínculo entre los diferentes integrantes para lograr una mejora en la calidad y productividad.
- Relevo generacional: Desarrollar las comunidades productoras mejorando la calidad de vida de los cafeticultores y garantizando el relevo generacional.
¡Es este último en el que se concentran las acciones para la promoción de la cafeticultura entre las nuevas generaciones!
El proyecto Formando a los cafeticultores del mañana tiene como objetivo crear oportunidades de desarrollo para niños y jóvenes dentro de su propia comunidad y fortalecer así el orgullo de ser parte del sector cafetalero, así como contribuir a la integración familiar para disminuir la migración de los jóvenes a la ciudad.
Todo ello busca lograrse a partir de la difusión de la importancia de esta actividad dentro de la economía de México, mediante juegos lúdicos, arte, experiencias, testimonios y el desarrollo de huertos escolares.
En 2018, el proyecto alcanzó un total de cinco escuelas de las comunidades de Xonotla, Totutla, Sabanas y Manuel González en Huatusco, Veracruz. Beneficiando así a un total de 819 estudiantes de educación básica.
Además, se entregaron 819 libros de colorear Viaje al Origen del café, cuyo propósito es dar a conocer el proceso que recorre el grano de café desde el vivero al punto de venta.
Se crearon cuatro huertos escolares, para que los niños puedan conocer la planta, aprender sobre su cultivo y desarrollar amor por la plantación y la producción del café.
Instituciones como la Universidad de Chapingo, la Universidad Politécnica de Huatusco y el Gobierno de Totutla ya se han sumado como aliados a este proyecto, en conjunto con la Secretaría de Educación y Cultura de Totutla.
El apoyo de todos estos aliados en muy valioso para CAFFENIO, una empresa cuyo compromiso es maximizar el impacto de sus esfuerzos responsables a favor de las comunidades cafetaleras de México. Conscientes de que sólo trabajando juntos podemos rescatar el futuro del café.
